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Capitulo 4

Las clases iban bien, demasiado bien a decir verdad. 

Estaba al día con todos los ramos, se sentía cómodo en clases con sus compañeros y profesores. En resumen iba de maravilla, excepto por las ayudantías con los de primer año de medicina, pues con los pocos con quien entabló alguna conversación tenían los humos por sobre la cabeza y no hacían más que subestimarlo al preguntarle alguna cosa que ellos ya sabían. Existían excepciones, claro, pero desafortunadamente nunca hablaban y pasaban desapercibidos la mayor parte del tiempo.

En la cuarta semana de clases habían comenzado los exámenes, que si bien no eran tan importantes como los finales, tenían un porcentaje de la nota final del curso y por ello merecían la misma importancia.

Esto significó que las bibliotecas se saturaran y que los salones de estudio tuvieran mas alumnos de lo normal.

Con su café recién salido de la máquina, Jimin apresuró su paso haca la biblioteca viendo como alguien mas iba de camino a ésta también. No sabía de quien se trataba pues no reconocía su espalda y por su aroma tampoco pudo reconocerlo, al menos no cuando su nariz se encontraba tapada por las alergias, pero eso no le impidió querer ganarle. 

Casi corriendo sobrepasó a su contrincante, dejando caer su cuerpo por completo sobre el asiento que consideraba suyo. 

El alfa se quedó boquiabierto observando como ese omega irrespetuoso comenzaba a sacar sus libros y demás chucherías sin siquiera haberse disculpado por el atropello que le dió. Con un gruñido ronco, que sobresaltó a Jimin, dio media vuelta y se sentó en la mesa que estaba al frente. 

Jimin tomó un sonoro sorbo a su café alzando la mirada victorioso, viendo por el rabillo del ojo como ese tonto alfa, ladrón de puestos y grosero, lo miraba receloso. Ajustó sus lentes y bajó la mirada a los libros mientras comenzaba a leer, a gusto al fin.

A unos pasos de él Jungkook estaba impaciente, el lugar que tanto le había gustado para estudiar le había sido arrebatado por ese tonto chico y su humor tendía de un hilo porque no comprendía una mierda de histología y para colmo debía estudiar para el práctico de anatomía del viernes.

Estaba colapsando.

Curioso levantó su vista a ese rubio y a los libros que tenía encima. Eran de anatomía.

Si ya era ayudante ¿para qué mierda estudiaba más?

La situación para el ya era incluso frustrante. ¿Qué acaso no tenia mas ramos que estudiar?

Cuando lo vió primera vez al chocar contra él nunca pensó que fuese un estudiante de salud, ni menos que se lo volvería a encontrar tan seguido. Lo vería durante todo el año.

A diferencia de sus compañeros, que encontraban indignante tener que recurrir a él en las ayudantías, el rubito le importaba una mierda así que no desperdiciaría saliva hablando de él, lo consideraba un estorbo y un rival.

Él también deseaba ser ayudante de anatomía.

Se colocó los audífonos y comenzó a estudiar de la única forma que sabía, haciendo mapas mentales. Leyó todo y en vez de anotar todo una y otra vez, hizo mapas mentales en los cuales organizaba todos los conceptos. Si bien era un método excelente, no funcionaba con todos los ramos. Con anatomía no.

Las horas pasaban y ninguno de los dos se movía de su asiento, la concentración era algo que se perdía fácilmente. El alfa al fin estaba terminando sus apuntes y el omega terminaba de leer y tomar apuntes de un capítulo de su libro.

Algo cansado Jungkook se estiró en su lugar haciendo tronar su cuello y masajeando con sus manos dicha zona. Elevó su vista al pequeño omega que se encontraba concentrado ajustando cada tanto sus lentes que constantemente se deslizaban por el puente de su nariz. Un bufido burlón se escapó de sus labios logrando que Jimin levantara la vista hacia él.