Te tocará llorar.

Enfrentados.

-Hablemos con ella primero.- fue lo único que se me ocurrió decir para salir de aquello.

-Yo... no creo que elle acepte hablar contigo.- me respondió Matt visiblemente incómodo, sobandose la nuca con su vista fijada en el suelo.

-¿Esto es alguna clase de broma?- pregunté sorprendida.- ¿quieres que finja ser tu novia sin preguntar antes a tu verdadera novia?- abrí los ojos como platos, este pobre chico parecía no darse cuenta de la gran estupidez que quería cometer.

-¡Ella no es mi novia!- Matt negaba con la cabeza frenéticamente.

-Sin embargo quieres que me haga pasar por ella para poder estar más tiempo con ella.- argumenté en tono burlón.- asi que quieres que lo sea.- finalicé con una sonrisa en el rostro.

-¿Lo harás, o no?- empezaba a sonar impaciente, alternaba su mirada entre la puerta y yo.

-Veamos ¿y por que no solo le pides que sea tu novia, le haces un cambio de look y se la presentas a tu mamá?- pregunté obvia, como si fuese la mejor idea del mundo.

-No es su aspecto...- murmuró Matt apartando su vista de mi con tristeza.

-¿Entonces? ¿Que es lo que crees que no le agradará?- traté de mirarle a los ojos sin suerte ya que él trataba de huir de mi.

-Es por...- Matt parecía dudar, mordía su labio inferior con fuerza.- su raza.- concluyó su frase. Para este entonces Matt parecía muy avergonzado.

-¿Su... raza?- yo no podía salir aún de mi asombro, estaba tan segura de que aquí todas las razas convivían en paz y armonía.- ¿Por que?- pregunté con tristeza.- a mis padres no les hubiera gustado esto...- susurré con amargura. Matt asentía lentamente aún sin mirarme a los ojos.

-Ella... es una vampira.- declaró con detenimiento.- por siglos esta manada a acogido a miembros de todas las especies mágicas que se hayan querido unir o hayan necesitado un lugar para descansar en medio de su viaje hasta que...- Matt se quedó en silencio, esta vez me miró a los ojos con amargura.

-Hasta que Dracko mató a mi padre.- en todo este tiempo había ido uniendo cabos y gracias a la carta que me dejó mamá puedo más o menos situarme en la historia. Matt asintió.

-Entonces Dracko sembró el terror, enfrentó a lobos contra vampiros, quiso poner a estos primeros muy por debajo de ellos, esclavizando a los hombres y... tomando prestadas a las mujeres de sus hogares, luego las devolvía como si nada, las mujeres que fueron llevadas ahí a día de hoy no han vuelto a hablar.- sentenció con tristeza.- luego tu llegaste, lo mataste y ahora vampiros y hombres lobo se odian.

-Oh dios mío... eso es horrible y tenemos que hacer algo al respecto ¿dónde están ellas? ¿Siguen aquí?- miré frenéticamente por toda la cocina como si de alguna forma pudiera encontrarlas aquí.

-Si... cada una en su hogar, no ha vuelto a ser lo mismo pero cada uno de sus maridos las han amado lo mismo o más, para compensar el mal trago.- Matt se veía muy afligido mientras hablábamos sobre esto.