Se le pide a Shen Qingqiu que cuide a un bebé. ¿Cómo se supone que va a decir que no? Pero ahora todos a su alrededor están actuando realmente raro. Deja de darle regalos. ¡Él solo quiere criar a su bebé en paz!
Bingge es como los niños pequeños: si están callados y/o no sabes dónde están, puedes asumir que no significa nada bueno.
Shen Qingqiu estaba absolutamente feliz de mantener en secreto sus visitas a Shen Yuan, pero también sintió una punzada de lástima al ver cómo reaccionaron los demás ante la partida de Shen Yuan. Todos los señores de la cima miraron abatidos y muchos de sus discípulos lloraron. Era una vista extraña considerando que sus discípulos eran adultos, pero no cuestionó el comportamiento ya que Shen Yuan era un niño tan dulce.
Pero la reacción más fuerte de sus discípulos vino de Luo Binghe.
El niño era el más cercano a Shen Yuan, por lo que tenía sentido que tuviera una fuerte reacción ante su partida. El niño trató de actuar como si no estuviera herido y se ofreció a "ayudar" a Shen Qingqiu, pero Shen Qingqiu no tenía ningún interés en ser un medio para ayudar a Luo BInghe a lidiar con la pérdida de Shen Yuan. Shen Qingqiu ya estaba tratando de lidiar con eso él mismo. Aún así, no esperaba que la pérdida de A-Yuan hiciera que Luo Binghe abandonara la secta. El pico se sintió muy diferente sin el niño, pero considerando el poco tiempo que Shen Qingqiu estuvo en la secta ahora no tuvo muchas oportunidades de procesar la ausencia, pero ahora que Shen Yuan visitaba más, se sentía un poco... vacío sin Luo Binghe. allá. Era difícil llenar su estómago con algo de sabor decente sin ese chico cerca. No importa cuánto intentara que Ming Fan cocinara algo decente. Si no fuera por su alto cultivo, realmente estaría en problemas por lo vacío que se sentía.
Bueno, solo tendría que esperar que la bestia regresara pronto con buena comida.
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El abismo fue más fácil esta vez. Saber dónde estaban los tesoros que necesitaba fue de gran ayuda en ese sentido. La flor que había venido a buscar no era una excepción. Sosteniendo la flor en su mano, Luo Binghe la miraba, respirando un poco más rápido de lo normal mientras estaba parado sobre un montículo de demonios que acababa de matar. Podría volver ahora a la secta. A Shizun.
Tenía lo que quería, pero ¿tal vez también debería preparar un regalo de cortejo para regresar? Un reino para que Shen Qingqiu sirva como emperatriz debería servir como un buen regalo, ¿verdad? Y así, Luo Binghe se tomó un poco más de tiempo para hacerse cargo del reino de los demonios antes de regresar a casa.
Luo Binghe sabía que aparecer cubierto de mugre y tripas era una buena manera de asegurarse de que lo echaran de la cabaña de bambú antes de que pudiera saludar, pero tampoco podía entrar con ropa que era del demonio. reino así que ahora estaba usando ropa que algunos demonios robaron de una familia noble. Esperemos que se vea lo suficientemente presentable ahora.
