Quid Pro Quo | JJK | PJM

Capitulo 1

Eran casi las nueve de la noche en Seúl, un día lluvioso y frío los cubría, algo que era ciertamente normal para ser invierno, excepto que al ser un día viernes las cosas se ponían un poco más peligrosas.

La carretera era un desastre, los metros estaban repletos de estudiantes y de trabajadores que debían recurrir al transporte público, todos estaban apurados y sin paciencia, así como también había algunos celebrando el fin de la semana en algún lugar.

Por el contrario, otros eran completamente ajenos a todos esos escenarios. 

—¡Paciente de 35 años, fractura de costillas y tibia, accidente automovilístico!- gritó una enfermera que ingresaba con un hombre en la camilla, ensangrentado y con varios rasguños.

Rápidamente un doctor se acercó a la camilla, interceptando a a enfermera para direccionarla a un lugar desocupado. 

—¿Presión arterial?- preguntó con su atención sobre la fractura. Sin desperdiciar el tiempo y sin dudar tomó las tijeras de la mesa clínica y cortó los pantalones para tener una mejor visión. 

A lo lejos visualizó a los tres internos mirándolo expectante así que les hizo un ademán para que se acercaran. 

—Presión arterial baja- declaró quien lo había traído.

—Doctor Jeon, dígame qué es lo que ve- habló el doctor a cargo cuando sus internos llegaron a su lado. 

—Fractura expuesta en la tibia derecha, en la zona distal, su hemorragia es leve- recorrió la lesión en su totalidad, mientras recibía los exámenes realizados en la ambulancia—Signos alterados...- continuó confundido tras terminar de leer los resultados. 

Eso era raro, la hemorragia de la pierna no era suficiente para arrojar esos resultados. Inmediatamente subió su vista al torso del paciente.

Y ahí estaba.

Su zona lateral anterior estaba morada, claro signo de hematomas o ruptura de vasos, y al no haber sangre la situación era mucho más preocupante. 

—¡Preparen el quirófano!- gritó el alfa de más edad—Dr. Min, usted entrará conmigo. Ustedes dos encárguense de los pacientes que ingresen- señaló a los otros dos internos mientras apuraba a Yoongi a seguirle el paso y le decía que quitara su cara de entusiasmo.

Una operación para un interno podía significar dos cosas; una experiencia nueva y alentadora o algo aterrador y desalentador. Para Yoongi era ambas cosas. 

Jungkook por su parte estaba anonadado. Si él no le ayudaría en el quirófano para qué diablos le pedía diagnosticar.

Con frustración revolvió su cabello y fue al siguiente paciente que esperaba ser atendido, un corte en el brazo y ceja. Solo eso es lo que veía cuando miraba a un paciente, la herida, no le preocupaba nada mas que eso.

—Hola soy el Dr. Jeon, interno en el hospital ¿podría decirme como se realizó los cortes?- saludó a la omega asustada, mientras ajustaba sus guantes y tomaba las gasas con las pinzas para limpiar la sangre de las heridas. 

Era un alivio tener que usar mascarillas todo el tiempo, las feromonas que liberaban tanto alfas como omegas en momentos de ansiedad era increíblemente molesto, y eso sin un tipo de mitigador era atroz.

—¿Podría no contestar sus preguntas? No es tan grave, no es para tanto papeleo.- habló mientras movía histéricamente la pierna. 

Jungkook alzó la ceja, no podía creer que todos quienes llegaban con cortes o heridas de poca gravedad siempre le dijeran lo mismo. Si no querían responder preguntas de protocolo pues que se atendieran en sus propios baños.