INFLUENCER + yoonmin

☆78

Todo había sucedido demasiado rápido como para que cayera en cuenta que se encontraba en la misma posición desde hace varios minutos. Pestañeó como si la simple acción doliera y la silla del escritorio fue su soporte cuando cayó sentado intentando procesar la situación.

Jimin había confundido todo. El rubio había creído que su amor por él se había desvanecido, que el no haber ido a la cita significaba que todo estaba muerto entre ellos cuando la verdad no era esa, Yoongi seguía amando con cada pedazo de sus entrañas a Jimin, ni en sus momentos más locos ese amor moriría. Había cometido un error, el no haber leído esa carta desde el momento en que fue entregada en sus manos, no se lo perdonaría, pero esto no daba por hecho que todo se acabaría. Yoongi regresaría a su hogar, Jimin.

Si tan solo pudiera arreglar lo que estaba pasando sería perfecto. Tomó su celular entre sus manos temblorosas y marcó varias veces el número de Jimin, todas mandandolo a buzón. El vuelo de Jimin saldría mañana, así que si iba a su casa a insistir conociendo el carácter de Jimin este no saldría. Y sobre todo es que lo más seguro es que ahora se encontraría en la casa de uno de sus mejores amigos, y estos eran como mamás de Jimin. Si conocían sólo la versión de Jimin estarían dispuestos a no dejarlo pasar y una linchada incluida. Por ahora eso no era una opción.

—¡Solar! —gritó Yoongi desde la oficina. Solar entró corriendo a la oficina dejando su pedazo de pan a media mordida. —¿Ya se marchó Jimin?

—Sí, señor. Se veía alterado y salió llorando. —No quería meterse en un asunto personal, pero Jimin es su preciado amigo y se preocupaba por él. —¿Ustedes dos discutieron?

—La carta que me entregaste venía con una ultima cita, no la pude leer, por lo tanto no llegué a la hora acordada y Jimin cree que ya no lo amo más.

—Eso es mentira. —dijo con obviedad.

—Lo es, así que necesito que les pases todas mis reuniones con mi Director General, está muy cualificado como para hacerse cargo de la empresa por una semana.

—Irá a buscarlo.... Irá a París. —se tapó la boca con emoción Solar al unir los puntos. Yoongi asintió. —Enseguida reservó su vuelo.

Detuvo a Solar antes de que se marchara. —No, no es necesario. Jin y Jungkook sacaron un boleto hace tiempo para mí.

Solar asintió. —Recupere a su chico, Señor Min.

Lo haré.

Solar dejó su oficina para iniciar con las actividades que realizará el Director General. Una vez que su puerta fue cerrada, Yoongi corrió nuevamente a su celular y mandó un mensaje al grupo de sus mejores amigos. Una vez que tuvo respuestas después de varios minutos. Cerró sus ojos tratando de controlar su respiración. El boleto saldrá pasado mañana. Así que tenía un día para poner su cabeza en orden y empacar ropa para estar una semana o dependiendo de cuántos días estarían los chicos en París.

En la noche que llegó a su casa solitaria y oscura, arrastró sus pies cansados a su mini oficina. Recostó su cabeza entre sus antebrazos. Sabía lo que tenía que hacer. Su viaje a París no sería en vano, ellos dos regresarían como pareja una vez regresando a Corea. Le explicaría la situación a Jimin y este seguramente lo comprendería y sabría que lo ama, que no pudo expresarse al ser callado infinitamente por el rubio.

"No importa que no las leas ahora, solo no tardes, por favor."

De pronto se encontraba saqueando sus cajones buscando las dichosas cartas que no había leído por miedo a no saber lo que esas cartas le podrían hacer sentir. Virtió en su escritorio papeles sin importancia ahora mismo hallando dos cartas con su nombre.