☆75

1.2K 110 22
                                    

A los dos días Yoongi no esperaba otra visita de Jimin, más este lo sorprendió cuando entró en la mañana con un desayuno. Había permanecido mirando la ventana por un buen rato pensando en la salida en el karaoke, había sido una salida que había disfrutado mucho despejando su mente de la vida laboral y viviendo como un hombre casi llegando a los 30 años, pero Jimin realmente lo había sorprendido con esa voz angelical que poco Jimin dejaba salir a la luz, su lindo tenor ligero poseía un color de voz clara, aguda y ágil. Yoongi disfrutaba por las noches cuando se abrazaban y el chico le cantaba en el oído para dormir.

Aunque intentó permanecer serio mientras el vídeo de nuestra relación se producía y la letra de la canción de Ed Sheeran zumbaba en sus oídos no pude evitar limpiarse con las servilletas de la mesita las lágrimas mientras nadie lo veía. Su relación había terminado por razones ni siquiera acordadas por ellos mismos, esperaba que cada uno creciera como persona después de haber aprendido de esta situación, pero a quien engañaba, extrañaba con todo su corazón a Park Jimin, el hecho de no tenerlo en sus brazos también le ardía el corazón. Esperaba que esto no llegara al síntoma conocido como el "corazón roto" al someterse a un estrés emocional intenso el corazón se "rompe" hasta el punto que debilita el músculo cardiaco.

Y el hecho de no verlo después de esa salida lo había extrañado nuevamente. Se estaba acostumbrando nuevamente a su presencia.

El plato consistía en un omelette con un café negro y fruta picada como melón, platano y papaya. No había visto la fruta picada en forma de corazón, literal se tapó la boca con una mano para evitar dar un grito por lo lindo que era eso.

—El otro día hablamos de que en estas fechas te saltabas alguna de las tres comidas. Estoy segurisimo que apenas te levantaste de la cama saliste para la oficina, así que me ofrecí como voluntario a traerte el desayuno.

—Te agradezco. Lo último en lo que pienso es en que voy a desayunar. —miró alrededor de Jimin. —¿No trajiste algo para ti?

De su mochila le enseñó un pequeño envase de plástico con pan tostado y encima unas rodajas de plátano con mora azul. —Quería hacerte compañía, así que traje mi desayuno. —replicó.

A sus fosas nasales le llegó el olor del desayuno recién hecho, su estómago rugió desesperado, sintiéndose avergonzado cuando Jimin rió en voz bajita por ser traicionado por su propio cuerpo. —Pues buen provecho.

—¿Cómo es que Solar te deja entrar sin consultármelo? —Ahorita que lo pensaba detenidamente esa mujer ni siquiera le pedía permiso para hacer y deshacer sus reuniones. Mordió un pedazo de omelette.

El día de los chocolates que se quedaron hasta tarde hablando, una vez que Jimin se había ido corrió a preguntarle a Solar sobre las reuniones programadas, el tiempo se había ido en un pestañeo y avergonzado se metió a su oficina cuando Solar le informó que había recorrido las juntas.—Perdón, supongo que soy la persona que la influye. —retuvo el aire en sus pulmones pensando que tal vez a Yoongi le molestaba. —No te enojes con ella por favor.

—No, para nada. —rió. —Sé que ella quiere vernos juntos nuevamente. Considero que mientras no me afecte en mi vida laboral estos cambios, todo perfecto.

De hecho, yo soy feliz de que entres a mi lugar de trabajo como si te perteneciera.

Sus ojos cafés se estrecharon examinando al contrario. ¿Habría una posibilidad que Yoongi le estuviera dando una indirecta-directa de que él podía venir cuando quisiera? relajó sus ojos cuando sacó esas locas ideas de su cabeza. De igual manera si estás muy ocupado no me enojaré si me lo dices, no quiero perjudicarte. —Es lo que menos deseaba.

Asintió el mayor.

Se quedó pensando por un momento en como abordar este tema, él realmente quería no pensar en el pelirrojo, pero necesitaba ponerle un cierre. — Disculpa que te moleste con este tema, pero... ¿Al final qué hiciste con Hoseok?

INFLUENCER + yoonminHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin