La oscuridad

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Aquella noche toda la felicidad que Zoe había conocido en su corta vida murió con él. Aquél instante, cuando Harry Potter apareció frente a las gradas del último desafío del Torneo de los tres Magos, abrazado al cuerpo sin vida de Cedric Diggory, un silencio atronador se hizo dueño de la noche, solamente roto por el grito desgarrador que, sin saberlo, había salido de su garganta.
Lágrimas de dolor abrasaban sus ojos. No podía creerlo. Él no podia estar muerto. Le dijo que siempre estaría a su lado para hacerla reir cuando sólo tuviera ganas de llorar. Se lo prometió, y la había dejado sola. Llorando.
Con el corazón sumido en la más profunda oscuridad.

Luz tras la oscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora