SKINS (EN PAUSA)

Cambios y crisis

Durante los siguientes días Applejack y Bic Mac dedicaron parte de su tiempo buscando un nuevo hogar lo más cercano posible al empleo del mayor, la escuela de Applebloom y de la universidad de Applejack, fue un reto y hubiera sido más complicado si no fuera por la intervención del tio de los 3 jovenes quien propuso que Applebloom podría quedarse con ellos si aún no habían conseguido un lugar para ubicarse correctamente la menor de los 3 pidió que fuera así, ya que la casa de Sweetie Belle no quedaba tan lejos de allí. Durante el proceso de cambio de documentación y escuelas de Applebloom, Applejack tuvo más oportunidades para hablar con Rarity quien le había hecho bastantes videollamadas mostrandole sus nuevos looks o simplemente enseñandole lo que hacía, al principio Applejack no supo como responder a la forma en la que Rarity buscaba interactuar con ella; pero poco a poco se fue acostumbrado incluso le habló sobre las personas que estaba conociendo en su carrera como otros conocidos y de sus amigas más intimas, Pinkie pie y Rainbow Dash.

Conforme más días iban pasando Applejack se sentía más y más impaciente frente la incertidumbre de conseguir un buen lugar que cumpliera con todos sus requisitos, los 2 mayores por el bien y comodidad de Applebloom decidieron que mientras el apartamento o casa estuviera cerca de la escuela de la menor estarían dispuesto a vivir a un máximo de 40 minutos de distancia de sus puestos de trabajo y estudio. Había días en que la ansiedad podía con ella, sus uñas se habían vuelto un desastre y volvió a su viejo hábito de involuntariamente arancarse cabello, fue Bic Mac quien notó esto y trató de evitar en lo posible que Applejack se lesionara, tratando de mantenerla ocupada en otras cosas o pidiendo ayuda directamente a las amigas de la rubia, durante esos momentos el mayor trató de discutir con la menor sobre reiniciar sus tratamientos y terapia; pero a Applejack le daba vergüenza contactar con su psicólogo y psiquiatra pensaba que los haría perder el tiempo y que sería una molestia.

—Jackie no quiero que te preocupes por dinero ni por nada, solo estudia, yo me encargaré de lo demás—dijo Bic Mac abrazando a la menor en su propia cama una noche entre semana cuando esta tuvo un ataque de ansiedad que no le permitió respirar correctamente, el mayor iba a prepararse para dormir cuando escucho varios objetos caerse de la habitación de Applejack, cuando entró la encontró tirada en el suelo exhaltada llorando y buscando aire mientras intentaba controlar los movimientos exagerados de su pecho y brazos.

<<Tu hermano mayor va a cuidar de ti, quiero que mejores y que seas feliz. Ahora puedo permitirme darles buenas cosas, por favor aceptalas—continuó el mayor una vez la respiración de la menor estaba más tranquila y podía escucharla gimotear.

—S-solo tienes 27 años Big Mac, estás sacrificando tu vida por nosotras—respondió Applejack provocandose más llanto al cual el mayor respondió murmurando una vieja canción que ambos disfrutaban escuchar de niños. En momentos como esos, cuando Applebloom estaba en el internado, la rubia se permitía mostrar debilidad.

—No me importa, sacrificaría mi propia vida por ti y Applebloom—dijo Bic Mac acariciando la cabeza de su hermana menor, para después mirarla a los ojos— Sé que no te gusta pedirles favores a los tios; pero no son tan malos, tienen sus prejuicios, por supuesto, pero sé que buscarán ayudarnos de todas formas—agregó el mayor atrayendo la curiosidad de Applejack.

—¿Qué quieres decir con eso?—preguntó Applejack con un seño fruncido en su rostro, sus ojos rojos y mejillas sonrojadas.

—Lo estuve pesando desde hace mucho. Cuando llegamos aquí por primera vez, me prometí a mi mismo que haría todo lo posible por volver a Estados Unidos y recuperar Sweet Apple Acre; pero decidí dejar eso atrás, creo que este lugar nos está ofreciendo cosas que tal vez nunca hubieramos podido conseguir en el pueblo.—Bic Mac hizo una pausa después de un suspiro mientras seguía acariciando el cabello de Applejack quien ya estaba respirando con bastante normalidad— Pedí un préstamo al banco para sumarlo con el dinero que nos dieron por la venta de los terrenos de la granja para comprar una casa para los 3, es hora de usarlo—terminó de decir el mayor viendo como Applejack abrió los ojos sorprendida.