INSERTED || Neji Hyuga ||

37. El Espejo

Llena de contradicciones, Rina volvió a la oficina de Tsunade, pero no estaban allí.

Encontró a Itachi en su vieja habitación, sentado en el borde de su cama.

- ¿Y Tsunade?

- Consiguiendo la medicina de Demotarō - le contó él - Y buscando a la persona que necesitamos.

- ¿A quién? - Inquirió ella, pero antes de que él le contestara, Tsunade también entró a la habitación.

- Toma - le tendió un frasquito de vidrio al Uchiha - El Demotarō. Y sobre lo otro, después hablamos. Ahora quiero revisarte, vamos al hospital - ordenó.

Rina miró a Itachi y él asintió despacio, ambos siguiendo a la Hokage.

Al llegar al hospital, ella los guió hacia un cuarto oculto y muy alejado, en una especie de sótano.

- Acuéstate en la camilla - le ordenó al de cabello negro - Y destransfórmate. Aquí nadie nos verá.

"Reishi" desapareció en una nube de humo y en su lugar apareció Itachi, con más ojeras que nunca y ojos cansados.

Por varios minutos Tsunade se dedicó a revisarlo de diferentes formas, haciéndole también estudios rápidos.

Luego de también hacerle una serie de preguntas, pudo dar con un diagnóstico.

- Bueno... Realmente estás en las últimas - le dijo, apenada - Tienes una enfermedad terminal que está totalmente avanzada. Es más, te doy máximo un mes y medio de vida.

Itachi miró al suelo. Ya sabía eso.

- ¿Pero cual enfermedad tiene? - Inquirió Rina

- Pues es una enfermedad que afecta a los tejidos de la sangre, una enfermedad que se origina en la médula ósea.

- ¿Que afecta a la sangre?

- Sí. Es una enfermedad altamente mortal.

"Suena a algún cáncer..." Pensó, tratando de recordar algo importante.

- De la sangre... - murmuró para ella misma - Es... Es... ¿¡Leucemia!?

- ¿Qué es eso? - Inquirió Tsunade.

- Es que en mí mundo se le llama así a esa enfermedad - le explicó - Es un cáncer en la sangre.

- ¿Cáncer?

- Una enfermedad terminal.

- Bueno, sí. Es una enfermedad muy complicada de tratar, pero a estas alturas ya es incurable.

- ¿Está segura, no hay ninguna forma?

- Lamento decirte que no.

- Pero debe haber algo que se pueda hacer, algún jutsu...

- Rina, basta - la tajó Itachi - No hay forma. Déjalo ya.

Rina apretó sus dientes con rabia y apartó su mirada.

Tsunade la miró con pesar y puso su mano en su hombro, tratando de consolarla.

- Rina, a veces las cosas son así - le dijo - Recuerda tu propósito aquí. Aférrate a eso.

- ¿Y si quisiera tener también un nuevo propósito? - habló ella en voz baja, causando que Tsunade suspire, resignada.

- No puedes salvar a todos - dijo Itachi.

Otra vez esa maldita frase. ¿Cuántas veces lo había dicho ya?

"No puedes salvar a todos."