20. Rescate del Kazekage pt.1

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- Rina... ¿Vienes mañana a clases?

...

- El viernes tenemos exámen de química, ¿Estudiaste?

...

- ¿Rina?

...

- Rina, soy yo, Fuji, tu amigo, ¿Me recuerdas?

...

...

...

Tic... Tic... Tic...

Una gota de agua caía desde el techo hasta el suelo rocoso, frío y uniforme.

Tic... Tic... Tic...

No se veía nada, no había nada. Era todo negro. Completa oscuridad.

Podría ser cualquier día, cualquier lugar.

Hacía mucho frío.

Unas voces graves y masculinas hablaban entre ellas, apenas se podía distinguir lo que decían.

- ... Por algo la traje, tengo mis razones.

- Tus razones pueden estar pensadas de manera errónea. A veces es mejor dejar que las cosas sigan su curso.

- ¿Qué estás queriendo decir?

"¿Quiénes... son?" Pensó ella para sus adentros, apenas pudiendo razonar. Estaba entre la conciencia y la inconciencia. Medio dormida y medio despierta.

- Que la dejes libre.

Se generó una pausa incómoda y tensa.

- ¿Por qué lo haría?

Sus voces sonaban como adultos, demasiado intimidantes.

Creyó reconocerlos.

Se atrevió a adivinar. "Voz grave... Intimidante... ¿Pain?"

Se hizo otro silencio.

"¿Obito? ..."

- Porque yo me voy a hacer cargo de ella a partir de ahora - declaró seria la segunda voz, aún más imperativa e intimidante.

"... ¿Ma... Madara?"

"¿Obito y Madara Uchiha?"

Algo dentro suyo se lo decía. Debían ser ellos, estaba casi segura, sonaban como ellos. Pero apenas podía razonar bien.

Se sentía mareada y confundida. Como si estuviera drogada.

No podía mover ninguna parte de su cuerpo, estaba demasiado sedada.

- Bien - terminó respondiendo algo molesta la primera voz - Como quieras. Encargate tú.

Pasaron minutos en absoluto silencio, a excepción de algunas pisadas que resonaban con ecos. Debían estar en una especie de cueva.

La mente de Rina daba vueltas y los pensamientos se conectaban y desconectaban entre sí, como si se mezclaran de manera desordenada y bizarra. Luego empezó a perder el conocimiento del todo.

Tic... Tic... Tic...

Negro otra vez. Todo se apagó.

...

...


A pesar de que todo seguía negro de nuevo, se sentía en movimiento.

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