Capítulo 08. Cena familiar.

104 12 0
                                    

KiBum suspiró, sentado ahí en la barra de aquel bar con la invitación a la boda de TaeMin entre sus manos se sintió realmente mal en muchos aspectos.

La palabras que Soo le había dicho días atrás, rondaban su mente sin parar por un segundo. Haciéndolo pensar si debía seguir fingiendo que no pasaba nada. TaeMin era su amigo, su mejor amigo y quería verlo feliz, Choi MinHo era esa felicidad, pero KyungSoo lo había hecho dudar.

¿Realmente MinHo, estaba tan mal psicológicamente, cómo para temer de él y sus acciones?

Él no lo creía así, conocía a MinHo de años y estaba al tanto de lo sucedido, pero no creía que fuera necesario exagerar las cosas.

—¿Qué hago?— se cuestionó así mismo antes de llevarse su cerveza a la boca, relamiéndose el líquido de los labios, para después pedir otra.

La quinta de esa noche. Y sí, se había prometido que no bebería en un buen tiempo, pero no había podido ceder ante la tentación.

—No beber más por el resto de lo que queda de esta noche, quizá.

Bum tenso los hombros ante aquella voz aterciopelada y varonil con la que llevaba familiarizando días. Cerró los ojos por un momento, tratando de clamarse, para después fijarlos en el castaño que se acaba de sentar a su lado.

—Kim JongHyun.

—¿Te gusta beber por lo qué veo?— el nombrado sonrió, enfocando sus orbes en el sobre tejido que reposaba frente al pelirrojo —Oh... Pero que linda invitación... Aunque me aparece haber visto una como está, en el pasado. Pero no recuerdo exactamente en donde, ¿será la ultima tendencia?

—¿Ah, sí?— KiBum se tenso. Claro que JongHyun tenía que haber visto una invitación igual, en casa de Dae, unos años atrás, cuando su «adorado» hermano mayor se iba a casar.

Eran casi idénticas, excepto por el color, fuera de ello, podrían ser las mismas, sólo que con otro nombre al lado del de MinHo.

—Sí— el mayor suspiró, estirando sus brazos, haciendo que su cuello tronara de forma ruidosa y para nada sana —Normalmente esas cosas son dobles, ¿verdad?

—¿Cómo?— Bum parpadeo sin entender a qué se refería el hombre con eso.

—Habló de la invitación. Son dobles, ha sabes. Pará llevar un invitado y todo eso.

—Ah. Sí, son dobles.

—¿Y tienes con quién ir? Porque si no yo estoy libre...— JongHyun le miró en silencio, fijó. Haciendo que KiBum se atragantara con su propia saliva.

—¿Estás insinuando algo a caso?

El mayor se encogió de hombros como si le diera igual lo dicho y sonrió amplio tomando su pequeño vaso de vodka. El que KiBum no había notado que le habían servido.

—No he estado en Corea en varios años y no me caería nada mal una fiesta, ¿me llevas?

—¿Qué has dicho?— KiBum abrió los ojos desmesuradamente y volteó a ver al castaño con rapidez, quedando a tan sólo un par de centímetros del rostro ajeno. Tragó en seco, nervioso, poniéndose colorado y se alejó de golpe, carraspeando con obvia incomodidad.

JongHyun ni se inmutó: —¿Entonces qué dices? ¿Me llevas?

—Yo ni siquiera sé si iré— el menor mintió. Después de todo, si se le ocurría faltar, TaeMin era capaz de colgarlo de sus zonas íntimas, por ello.

—Mientes. Anda, llévame, así no irás solo y yo saldré de mi departamento a divertirme aunque sea una noche. Es un trató de ganar y ganar, fácil, ¿verdad?

The reason. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora