▪ Idea Principal:
El es y será el mejor héroe, aunque está vez no tuviera esa capa roja, aún así, la determinación en sus ojos seguía ahí.
Fanfic | Homosexual/Oc.
Desvío de la trama Original.
Actualizaciones cada que pueda.
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Pasado Y Presente.
El anciano tenía miedo, inconsciente se lo paso a la pequeña Emma quien estaba a nada de llorar, pues el había recibido una llamada de Shinichiro, diciendo que se encontraba en el Hospital, puesto que Fudo cayó desmayado tras perder sangre por una herida, y no contó más.
Al instante no dudo en llamar a su Padre, quien de hecho ya se había enterado e iba en camino, al igual que ellos dos.
Cuando llegaron vieron como el mayor tenía manchas rojas en su playera blanca, este mismo estaba siendo cuestionado por el médico, al cual le estaba dando una mediocre escusa con el fin de evitar un mal destino a los dos niños vestidos de negro que lloraban a mares tratando de explicarse a él Sano menor, quien se encontraba Mikey con la mirada perdida.
“Estaban a punto de matar a Shinichiro”, aquello era lo que pensaba el Joven, quien impredecible golpeó a ambos niños, tumbando los al suelo de una sola patada, el personal médico corrió a socorrerlos, mientras el hermano mayor retenía a Manjiro, tratando de calmarlo.
Otra voz sonó, era el Bushida mayor quien pidió a los médicos datos sobre el estado su hijo. El Anciano suspiro y se acercó, susurrando a Shinichiro: —Lleva a casa a los niños. Hablaré con Bushida-kun—, el joven adulto acepto, guiando a un más calmado Manjiro y una llorosa Emma hacia afuera del hospital, seguido por los otros dos vestidos de negro, quienes seguían derramando lágrimas.
Mako suspiro y se sentó en la sala de espera, velando por su hijo, puesto que al parecer detectaron un problema en sus pulmones que le hacía vomitar sangre y por eso se debilitó demaciado.
—Joven Bushida-kun —llamo el mayor hacia el otro, quien levantó la mirada al anciano.
—¿Oh? ¿Sano-san? ¿Necesita algo? —cuestiono.
—Perdona por preguntar en una situación tan delicada como está, pero lo que más perturba mi mente es el hecho de saber ¿Cómo procederá con los culpables? —.
Bushida rio, aunque su risa no fue honesta, más bien cargada con amargura. —No creo que sea necesario tanto respeto entre su palabras Sano-san —“No funciona embellecer lo que dice” se abstuvo de decir, aunque no de pensar. —Mi hijo fue el afectado. Así que lo mejor es que el sea quien decida lo que pasará con aquellos niños —responde.
—¿Estás seguro de no decidirlo tu directamente? —duda. Buscaba al menos un trato con él para evitar que se haga más grande el problema y que alguno de los dos amigos de Mikey termine en la correccional.
—Yo realmente creo que esa decisión no me corresponde, y se que mi hijo hará lo más sensato, Sano-san —dice tratando de terminar con el tema.
El anciano solo suspiro y acepto esa respuesta, no tenía más opción.
Bueno, al menos lo intento y su conciencia no se sentirá tan mal por los chicos que cometieron un error.
—Esta bien, tienes razón. Deseo la recuperación de su hijo, hasta otra Bushida-kun —despide el anciano aunque no muy convencido de los resultados. Mako solo asintió, lo que le importaba más en ese momento no eran los agresores, si no que la víctima.
