▪ Idea Principal:
El es y será el mejor héroe, aunque está vez no tuviera esa capa roja, aún así, la determinación en sus ojos seguía ahí.
Fanfic | Homosexual/Oc.
Desvío de la trama Original.
Actualizaciones cada que pueda.
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Felicidad Momentánea.
El día paso con calma, Takemichi solo esperaba el despertar del emperador, quería saber si el tema de su enfermedad se resuelve, aunque esto último no cree que sea posible.
Poso su vista en la camilla, dónde la persona comenzó a mover sus dedos, miro directo a sus ojos y noto que estos estaban fijos al techo.
—¿Bushida-san? —cuestiono con un atisbo de nerviosismo, el otro simplemente abrió los ojos con sorpresa antes de voltear hacia la reconocida voz de Hachi, como ahora le apodo.
—Hachi —menciona con la voz raspada comenzando a levantarse, su intento de llegar a sentarse fue inútil por el dolor de las heridas hechas con anterioridad.
Takemichi con preocupación evitó que el mayor hiciera más esfuerzo tocando su pecho para que se quede quieto. —Seria mejor que se quedara así —comento con nerviosismo, más que nada por darle una orden al emperador.
—Bien —escucho el breve resoplido para seguido cerrar sus ojos, el Hanagaki al no ver movimiento retiro su mano.
A nada de agregar algo más, escucho como la puerta fue abierta, de ella entraba Mikey y Draken con la intención de verlo. —No te hagas, escuchamos que despertaste —gruño Mikey, el de cabello melocotón solo mantuvo sus ojos cerrado. —¿Cuanto pensabas contarnos? ¿Hasta que quedes enterrado bajo tierra? —cuestionaba con irá, Ken no dijo nada, el estaba igual de molesto que Manjiro.
El silencio se hizo en la sala, Manjiro iba a cuestionarlo de nuevo, pero solo vio que el otro abrió sus ojos notando como unas lágrimas salían de los mismo, tenía la mirada perdida. —Antes de que los conociera, simplemente me había rendido —dijo, su voz se notaba áspera, por los contantes ataques de tos.
Takemichi apretó sus puños, nunca hubo salvación para él. —¡Excusas! Ese no es pretexto para no decirnos.
—Si te lo decía en ese entonces ¿Qué es lo que harías? —el silencio se hizo presenté de nuevo. —Nada —agrego volviendo a cerrar su ojos, ya podía descansar en paz, después de todo tienen a Takemitchi, no se preocupara más por ellos, quería encargar todo al de cabello rubio, fue divertido mientras duró, no se arrepiente de nada.
—No puedes —hablo Hanagaki, quien tomo su mano con fuerza, el otro le miro, se quedó en blanco, observando como lágrimas salían de sus ojos.
El silencio se hizo una vez más, lo único que se escuchaba eran los quejidos y jadeos de dolor, por parte de Takemichi, con su amabilidad, su muestra de poder, sentía un gran respeto y admiración por el mayor ¿Por qué las personas tan buenas se tenían que ir?
—Hachi aún no estoy muerto cálmate —suspiro con dificultad el otro, entrelazando sus dedos con el menor, quien solo sollozaba, no quería verlo así, no quería ser su razón de sus lágrimas.
—¿Hay cura para tu enfermedad? —dudo Draken quien se había mantenido en silencio, pensando en alguna solución.
