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Cuando la boda se celebró y cayó la noche, Dragonstone fue el lugar donde se quedarían algunas personas

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Cuando la boda se celebró y cayó la noche, Dragonstone fue el lugar donde se quedarían algunas personas.

—¿A dónde vamos? — Preguntó Cregan a Jaehaerys, el príncipe solo sonrió guiando a su nuevo amigo; la mayoria de los jóvenes estaban en una pequeño lugar donde la gente iba a divertirse pero nadie decía nada ya que era frecuente tener a la realeza Targaryen en ese lugar.

El príncipe se detuvo frente a una puerta y lo miró con diversión. — Creo que en el Norte deberían tener algo como esto...— Farfulló abriendo una anexo del castillo al otro lado donde había muy pocas luz pero se escuchaba bastante gente— prometo que te divertirás.

Cregan seguía a Jaehaerys, y al entrar a una de las habitaciones de ese pasillo oscuro, no pensó encontrarse tantas caras conocidas mucho menos la de la joven que tanto le gustaba. La risa de Megara se lograba oír, y el lobo supo que era el mejor sonido que había escuchado en su vida. Ella podía ser ángel y demonio dependiendo de la situación.

—¿Cregan? — La voz de su hermana menor lo hizo voltear, y frunció de inmediato el ceño.

—¿Qué haces aquí? — Preguntaron ambos a la vez.

— Kyra sabes que...

— Pero todos están aquí...—Farfulló, apuntando levemente a las princesas, Cregan divisó un sector donde había varias jóvenes de alta cuna y supo que este lugar era muy concurrido por ellos, mañana nadie tendría memoria de esto.

Aemond quien se encontraba conversando con Rhaegar, al ver ingresar al lobo buscó con la mirada a su platinada, encontrándola con rapidez.

— Aegon, apuesto que te desmayas antes de tomar todo eso, porque... eres DÉ-BIL.— Megara comentó. Miró a su primo con una sonrisa; existía bastante complicidad de amigos entre ellos.

—JÁ, te crees muy chistosa, yo apuesto lo contrario. — Se cruzó de brazos. —Mi tolerancia al alcohol es admirable. — Aquel comentario mentiroso hizo reír a la joven.

Jaehaerys tomó asiento junto a su hermana , atrayéndola hacia él al tomarla por la cintura.

— Lord Cregan se ve muy santurrón,— susurró su melliza por lo bajo, Jae negó levemente mientras le sonreía. —hagamos que beba hasta hacer algo vergonzoso, quiero tener con qué burlarme de él durante mucho tiempo. —

𝐏𝐔𝐑𝐄 𝐁𝐋𝐎𝐎𝐃 ⋆ 𝐃𝐀𝐄𝐌𝐎𝐍 𝐓𝐀𝐑𝐆𝐀𝐑𝐘𝐄𝐍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora