⋆｡˚ ✦ 🐉 ✦ ˚｡⋆༻──── 𝐏𝐔𝐑𝐄 𝐁𝐋𝐎𝐎𝐃
Visenya Targaryen era lo que todo hombre quería; hermosa, fuerte, valiente e inteligente. Tenía un carácter muy especial, pero por esa razón llamaba totalmente la atención de Daemon Targaryen, quien apesar de...
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El tiempo pasaba sobre la familia de Visenya y Daemon, y los volvía más fuertes. Los hijos dejaron de ser niños para convertirse en adolescentes.
Aún así, no dejaban de disfrutar en familia, como ahora, que se encontraban en el salón de su residencia en Dragonstone.
— Te atrapé— Exclamó Daemon agarrando el brazo de su hija menor, Alysanne río con fuerzas, ella ya tenía catorce años pero para su padre seguía teniendo siete.
— ¡Maekar! ¡Te cortaré el cuello si no me regresas mi espada! — Visenya miró hacia la dirección que venía Jaehaerys.
Megara río, mientras afilaba su espada; noto como Maekar le susurraba algo a Rhaegar y el menor salió corriendo enseguida, sabía que ellos la tenían.
— ¿Por qué dices que yo la tengo?— Maekar cuestionó, haciéndose el desentendido; si la había robado para molestarlo un poco, sabía que su hermano odiaba que le tomaran las cosas.
— Tú eres el único tonto que se atreve a tomar mis cosas. —
— Yo no he tomado nada, además estuve ocupado todo el día.
— Es verdad— Exclamó Megara metiéndose a la conversación— La mayor parte del tiempo se estuvo cogiendo a la tal...— Fingió no recordar. —no recuerdo su nombre. —
Maekar enseguida dirigió su mirada hacia su madre, quien en ese momento levantó la mirada; Daemon observó a su esposa y a su hija mayor negando lentamente.
— Y-yo...
— Esto es mejor de lo que quería— Masculló Jaehaerys alejándose de Maekar, ver una conversación incómoda iba a ser divertida para él; Alysanne estaba por preguntar algo pero Dareen le colocó una mano en su boca, evitando que dijera algo.
— No me interesa lo que hagas, Maekar— Exclamó Visenya con tranquilidad — mientras todo sea con consentimiento.
Maekar asintió, entró al lugar Rowan y se colocó frente a Jaehaerys quien estaba muy concentrado en la conversación, la peliplata subía la mano enseñándole la espada de acero valyrio.
