12) Sigue tu corazón

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El fin de semana cuando la mayoría de la gente se levanta tarde, para algunas persona no era así, la empleada de la familia Wanichkarnjanakul las 6 de la mañana es siempre un buen momento para empezar el día. Una mujer de cincuenta años barre el jardín hasta dejarlo limpio y reluciente, se detiene un momento y observa los zapatos amontonados en la entrada de la casa y sonríe; gira su cuerpo para volver a la cocina a preparar el desayuno tranquilamente, no quiere molestar a las personas que aún seguían dormidos. Cuando el reloj marca las 8 a.m., un chico de 17 años baja lentamente las escaleras mientras bosteza y se rasca la cabeza, luego camina hacia la cocina para buscar algunos bocadillos antes de comer el plato principal.

  -¿Qué hiciste hoy Tia ? -

-Gachas de pescado, Nong View, pero aún no esta listo, ¿Podrías ir a despertar a los demás? -la amable señora llamada Gaem Yui, sonríe ampliamente mientras termina de preparar toda la comida. Ella ha cuidado a todos los hijos de esta familia desde que eran pequeños.

-¡Oyyy, no quiero despertar a Hia Wan! Tiene la presión arterial alta, cada vez que lo despierto me patea.-se quejó el joven en voz alta.

-Entonces... será mejor que despiertes a Hia Win.-

Los ojos del chico se abrieron ampliamente. -Oh, ¿Hia Win ha vuelto a casa?-

-Vi los zapatos de Hia en la entrada de la casa, así que debió regresar anoche, pero...-

-Hia Wiiiiiiin.-el joven que está tan apegado a su hermano mayor no espero a que la Tía terminara la frase. Se dio la vuelta para correr hacia el segundo piso, como un cachorro que se apresura a ver a su dueño  que no había visto en mucho tiempo.

La Tia lo mira, suspira y murmura para si misma. -... pero... hay otro par de zapatos desconocidos. No se si trajo a casa un amigo o no... de todos modos, haré un desayuno extra por si acaso.-

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El dormitorio estaba frío gracias al aire acondicionado, hay dos cuerpos que se abrazan debajo de la manta suave. Team trato de darse la vuelta, pero su cuerpo no se podía mover, era como si, algo pesado estuviera sobre él. Abrió los ojos con ansiedad para ver si hay un fantasma acechándolo tan temprano, pero deja escapar un suspiro de alivio cuando ve una cabeza dorada respirando en parsimonia.

*Jaja, solo es mi fantasma habitual.* pensó Team mientras peina suavemente en secreto el cabello que cubre el rostro de Hia Win, cuando siente el aliento cálido que sopla en su piel. El estrés y la ansiedad se disolvieron en los brazos de la persona que tiene enfrente que en ese momento lo estaba abrazando, como si lo de ayer solo fuera una pesadilla.

-Gracias Hia.-susurro Team en agradecimiento, miro el reloj y ve que aún no es el momento de despertarlo, movió su cuerpo para poder devolver el abrazo y unirse a Win, acomodando la manta sobre ellos, cerró los ojos  y disfruto del calor que lo impulsó a volver a dormir. Mientras se deslizaba a su subconciencia, sonó un sonido retumbante que provenía del exterior de la habitación seguido de la puerta que se abría.

¡Bang! 

-¡¡Hia!! -aún sin procesar lo sucedido, el cuerpo del intruso saltó sobre la cama lleno de amor.

¡Krack!

-Hia, ¿Por qué no me dijiste que regresarías? Date prisa despierta, despierta... ¿ah? -la persona que se sienta a horcajadas sobre la persona dormida se detiene cuando se siente extraño al encontrar otro bulto formado del otro lado. Sus manos rápidamente quitaron la manta y luego grita. -¡Oye Hia!, ¿A quien trajiste a casa?-

Cuerda de cáñamoWhere stories live. Discover now