Secret spies.

10

Eran unos adolescentes descubriendo el mundo, aprendiendo a diferenciar lo bueno de lo malo y justamente estaban llendo por el mal camino.

Iban corriendo de unos policías pues habían robado varias tiendas y estaban quedando acorralados.

A pesar de tener una buena vida no se sentían completos, necesitaban esa chispa de adrenalina en sus aburridas vidas, estimular esa dopamina.

Por suerte habían logrado huir, se habían ocultado detrás de unos botes de basura y la policía no los siguió hasta ahí.

Estuvieron años haciéndolo hasta que llegaron a la mayoría de de edad donde ya eran impunes ante la ley, es decir, podían ir a la cárcel.

Taehyung vivía con el terror de ser descubierto, de ser llevado a prisión y quedarse ahí para siempre, en cambio Jimin sólo gozaba de la adrenalina que el huir le generaba.

El miedo de Taehyung fue tan grande que este lo llevó a ir hasta la comisaría y delatarse a él y a Jimin, creyendo estúpidamente que eso reduciría su condena, pero al haber estado cometiendo crímenes desde niños prácticamente su condena fue peor.

Si, Taehyung estuvo en la cárcel antes de ser el jefe de una organización de espías que se dedicaban a hacer el bien, sorprendente.

Jimin jamás le perdonó ese hecho, el haberlos delatado, fue tratado como la mismísima mierda en la cárcel, porque para variar los habían metido en celdas diferentes y bastante alejadas una de la otra.

Para suerte de Taehyung los compañeros que le habían tocado no eran malos, se llevaron bien, uno de ellos era Jungkook, que terminó encerrado ahí por una estupidez, algo que él ni siquiera había hecho, terminaron convirtiéndose en mejores amigos.

Para desgracia de Jimin le tocaron los peores tipos del mundo, el primer día que había llegado lo empezaron a golpear, empezando a hacerlo todos los días, casi llegando al punto de abusar de él sexualmente, aunque gracias a unos guardias que siempre lo rescataban eso no había pasado.

Los 2 tuvieron experiencias completamente diferentes, mientras que Taehyung no sufrió nada Jimin sufrió de todo y por eso se había vuelto su peor enemigo, lo odiaría hasta el final de su vida y la siguiente.

Por eso no quería volver a verlo más, por eso quería explotar todo el planeta, no le importaba el resto, solo quería desaserse de Kim Taehyung.

Pero su amor fue más fuerte, volvió a caer ante el, podría perdonarlo, pero jamás olvidarlo, por ello ahora se sentía tan tranquilo entre sus brazos.

— Tus espías tienen el dispositivo ¿Cierto? — le preguntó calmado.

— Así es, lo devolveremos a su lugar en un par de días.

— Imagino que Tzuyu está con ustedes, la involucré en todo esto y ella no tenía idea.

— Eso no lo sé, pero lo más probable es que sí esté con mis espías.

Jimin suspiró, quedándose callado por un buen rato mientras que Taehyung acariciaba su cabello.

— ¿Podrías perdonarme por lo que hice? Se que mis palabras no bastan para borrar todo lo que te provoqué por hacer esa estupidez, pero aún te amo, no se si todavía sientas lo mismo que hace años por mi, pero yo todavía te sigo amando, te extraño y te necesito más que al oxígeno, porque desde que nos separé mi vida no a vuelto a ser la misma.

Jimin se tardó en responder, pero respondió en forma de beso.

— Te perdono, pero ten en cuenta que jamás lo olvidaré — le miró severamente, para después suavizar su expresión — ¿Puedo unirme a tu organización?

— Claro que si, nos faltan personas con esa agilidad y astusia tuya — besó su nariz para mostrarle su sonrisa cuadrada — Trabajarías junto a Yoongi, sus habilidades se parecen un poco.

— Ya quiero empezar — se abalanzó contra el mientras se reía, contagiando a Taehyung.

Y sí, Taehyung había salvado al mundo teniendo sexo, suena a fantasía ¿cierto?