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Any: así que tengo que volver el día de la fiesta, después de que te dejé sola en el jardín y fui a encontrarme con Derick, él dijo que dejáramos el asunto de nosotros para otro día, que esa era mi fiesta y que yo tenía para disfrutarlo y terminé aceptando. Al día siguiente me arrepentí totalmente de lo que te dije y te busqué para disculparme, pero no te encontraba por ningún lado, ni siquiera Ucker sabía dónde encontrarte. Pensé que necesitabas algo de tiempo, que estabas herido, y decidí esperar. Días después, Dul me dijo que habías llamado a Ucker y que estabas en otro país y no querías contactarme más. - Any estaba con lágrimas en los ojos y la voz entrecortada, se dio cuenta Poncho y la abrazó tirando de ella hacia su regazo. Ella continuó - Me culpé tanto por eso, que comencé a distanciarme de todos, ya no iba a la escuela, evitaba salir y solo hablaba con Dul y Ucker para tener las mínimas noticias tuyas. Terminé entrando en depresión, que duró casi dos meses, ahí fue cuando Ucker me dio la llave de tu apartamento y me dijo que pediste que lo mantuviera limpio si volvías. Eso es lo que me ayudó, mantuvo mi esperanza de que regresarías pronto. Estar cerca de tus cosas, olerte por el departamento, me ayudó a enfrentar y salir de la depresión. Pero el problema no había terminado, todos los años que siguieron, cuando llegó mi cumpleaños, me sentí mal, como si me faltara una parte de mí. Me mantuve alejado de todos, no salía, no quería hablar con nadie, no quería fiestas, ni nada que me recordara ese día. Incluso en el trabajo, Mendoza y Ed me respaldaron, sabían sobre mi problema pero no la razón. Dio una pequeña sonrisa triste a través de sus lágrimas.

Poncho se sintió culpable, si hubiera escuchado a su amigo cada vez que intentaba hablar de Any, habría evitado todo el sufrimiento de su princesa y de él también. Abrazó a Any aún más fuerte.

Any: ¿Por qué tardó tanto en recuperar a Poncho? - La voz salió apagada, estaba pegada a su cuello.

Poncho: Perdón pequeña, no quería que sufrieras, hice lo que me pediste y lo que pensé que sería lo mejor para mí. No podría soportar verte con otra persona. - acarició su cabello - pero te prometo que nunca más te dejaré, aunque me lo pidas. Especialmente ahora que sé que haces el mejor pastel del mundo. - Dijo bromeando para hacerla sonreír.

Any te dio una palmadita en el brazo: y pensé que te ibas a quedar porque te gusto.

Ella le dedicó una pequeña sonrisa que alivió el dolor que Poncho sentía cada vez que la veía llorar.

Ponchos: ¡ay! Por eso también. - volvió a reír y la besó en la frente - es tarde princesa, creo que mejor nos vamos a dormir. ¿Te quedarás aquí hoy?

Any se secó las lágrimas de la cara: mejor no, ya he tenido suficientes emociones por hoy. - le dedicó una pequeña sonrisa - Mañana paso a desayunar juntos.

A Poncho no le gustó la idea, pero aceptó.

Tan pronto como Any salió de su apartamento, estaba pensando en las pistas que ella le dio, lo que dijo Derick y, sobre todo, lo que ella dijo. Ahora estaba seguro de lo que ella sentía por él, aunque no había pronunciado las palabras. Por la mañana hablaría con ella, estaba decidido a correr el riesgo una vez más.

Eran las tres de la mañana, el timbre sonaba sin parar y el ruido irritaba. Any se levantó, la noche no había sido fácil y una visita a esa hora no debería ser buena. Abrió la puerta enojada lista para maldecir a cualquiera menos a él.

Any: Poncho? ¿Sucedió algo? - se veía nervioso.

Entró al departamento sin esperar a ser invitado, fue directo a la sala y comenzó a caminar de un lado a otro, pasándose la mano por su ya despeinado cabello. No parecía saber qué hacer o decir.

Poncho: Pasó Any, realmente necesito hacer esto, de lo contrario me volveré loco.

Any: hacer que?

Poncho: No podía cerrar los ojos, solo estaba pensando en lo que me dijiste hoy. Espero que no pelees conmigo, pero no lo evitaré más.

siempre tuyaDove le storie prendono vita. Scoprilo ora