siempre tuya

8

Any se liberó del abrazo de Mai, arrojándose sobre el puff de la habitación, escondiendo su rostro entre sus manos, resoplando de ira, no dijo una palabra.

Mai: ¡Te dije que era mala!  - dijo a los demás - ¡Me alegro de haber venido!

Dul: Cualquiera, hablanos amigo, que paso?  - Se sentó en el sofá frente a Any.  - Dinos.

Any murmuró cosas inaudibles, lo que preocupó a todos.

Mai: Sabía que arruinaría todo.  Alfonso es un asno, un incompetente, un idiota...

Poncho: ¿Quieres ayuda con los insultos de Mai?  - apareció detrás de ella y Any, se sentó detrás de Any en el puff, abrazándola por la cintura y apoyando la barbilla en su cuello.  - Aunque esta vez fuisteis vosotros los que estorbasteis, estábamos bien antes de que llegarais.  Levantó una ceja.

Todos miraron a Mai, rojos de vergüenza y se echaron a reír.

Dul: hola!  ¡Llegamos en un mal momento!  - Hizo una mueca.

Mai: ¡Ay, lo siento!  - Dijo ella avergonzada.

Any: Bueno, ¡no podrían haber llegado en un momento más inapropiado!  - resopló una vez más, haciendo reír a Poncho.

Ucker: nos equivocamos en ese momento – dijo mirando a los dos – el Any despeinado, el Poncho sin camisa… – sonrió con picardía.

Chris: Mai, te las arreglaste para ser peor que yo, te dije que te quedaras en casa, ¡mira qué pasa al obedecer a una esposa de esposo!  - todos empezaron a reírse de las muecas de Mai y la forma de hablar de Chris - los dos pasaron diez años en las preliminares y cuando llegan a la final, Mai casi tira la puerta abajo.  ¡Qué mala suerte!  - dijo ahora riendo.

Poncho se reía con sus amigos y Any tenía la boca abierta y las mejillas sonrojadas.

Any: ¿De verdad vas a estar discutiendo lo que Ponchito y yo estábamos haciendo?

Dul todavía se ríe: ok, paren ahí chicos, después de diez años tienen derecho a hacer lo que quieran cuando y donde quieran.

Ucker: Creo que es mejor que nos vayamos para que puedan continuar donde lo dejaron.  - levantando.

Alguno también se levantó: ahora se pueden quedar, ¡ya han echado a perder el ánimo!  - Aún estaba de mal humor - Poncho y yo íbamos a desayunar, luego al cine y cuando volviéramos los iba a llamar para que vinieran aquí.  ¿No podían esperar?  Se cruzó de brazos yendo a la cocina.  Poncho corrió tras ella.

Poncho: no seas tan princesa – olió su cuello – clima creo rápido – le mordió el lóbulo de la oreja, haciendo que Any se estremeciera.

Chris gritó desde el sofá: pero ahora no me voy de aquí, ¡Poncho es más quisquilloso que Mai cuando bebe tequila!

Mai: ¡Cristiano!  Calla esa boca.  - volvió a ponerse rojo.

Ucker: Vale, detengámonos antes de que Any nos eche.  - dijo riéndose - ¿sería genial que fuéramos al cine contigo?  - Le guiñó un ojo a Dul.

Poncho: Después de lo que ya has hecho, no creo que sea un problema, ¿verdad princesa?

Any: Está bien por mí.  – se volvió hacia sus amigos – pero esta noche y todo el día de mañana no quiero ver sus caras, solo estamos yo y mi amor aquí.  Hizo un puchero, agarrando la cintura de Poncho.

Chris: ¡Mira la desesperación de la persona!  Quiere esta noche, todo el día y más mañana por la noche.  ¡Actúa Poncho para aguantar!  - todos rieron.

Poncho: así como estoy, ella va a tener trabajo.

Any: ¡Alfonso!

Ucker: ih hombre jodido!  Dul solo me llama por mi nombre cuando está enfadada.  Se rió de la cara de Poncho.