Te tocará llorar.

Un extraño favor.

Narra Khalessy.

Apenas iba bajando un par de escalones cuando pude reconocer el olor a café recién hecho que salía de la cocina, respiré profundamente dejándome embriagar por el aroma.

Quizá pueda parecer extraño pero si bien no soportaba su sabor, su olor me transportaba. No pude evitar pensar por un segundo en el delicioso café de West ante tal pensamiento ¿que tendría de especial ese café?

-Tienes mejor aspecto.- la voz de Jake me sacó de mis pensamientos.- ¿quieres?- preguntó tendiendo una taza de té en mi dirección. Sonreí y la tomé entre mis manos.

-He descansado un poco más.- cubrí mi rostro dando un gran sorbo a la taza, un poco dulce y muy caliente, justo como me gustaba.

-¿Tienes hambre? Estaba por hornear galletas.- sonrió amplio invitándome a entrar a la cocina con un gesto de su brazo.

-Mmm no podría resistirme.- aunque la verdad no tenía hambre, después de los últimos sucesos sólo trataba de relajar la tensión. Seguí a Jake hasta el fondo de la cocina.

Ahí, sobre la encimera, había una gran bandeja plateada que cubría casi toda la superficie. Esta rebosaba galletas aún crudas y Jake se dispuso a meterlo al horno.

-¿No será demasiado para nosotros? West ni siquiera está y dudo mucho que vuelva pronto.- mi voz sonó cansada ante la mención de West.

-Tendremos invitados más tarde.- respondió mientras cerraba la puerta del horno.- Matt estaba ahí cuando todo sucedió, quiere asegurarse de que estas bien.- añadió con una leve sonrisa y me señaló una de las sillas.

-¿Tanto come ese chico?- pregunté en tono burlón.- ahí hay galletas como para alimentar a tres familias.- no pude evitar reír de mi propia exageracion.

-Oh vamos, no es para tanto.- su risa acompañó la mía mientras tomábamos asiento, uno frente al otro.- además digamos que es algo popular, cuando viene de visita quien sabe con cuantas personas venga.- concluyó tomando otro trago de su café.

-Sabes... no sé si quiero tanta atención.- aseguré algo preocupada, removiendome incómoda en mi asiento.- además... yo quería hablar de algo.- fijé mis ojos en los suyos y podría jurar que sabía de que quería hablar.

-Sobre eso... es mejor que esperes a West.- afirmó incómodo, fijando su vista en el suelo.

-Pero si aún no he dicho nada.- comenté molesta, cruzandome de brazos.

-Oh vamos Khalessy... es obvio de que quieres hablar.- puso su mano en mi hombro.- te entiendo y si dependiera de mi, te dejaría traerlos ahora mismo, pero sabes que eso no es posible.- Jake me miraba afligido y yo no pude contener un largo suspiro antes de ponerme en pie.

-Mejor iré a darme una ducha, dijiste que tendríamos invitados.- me giré con mis hombros caídos por la derrota, dirigiéndome a mi habitación cuando la voz de Jake me hizo voltear.

-Espera...- sonaba con dudas.- tal vez puedes enviarle un mensaje a West, me matará si te doy permiso sin consultarle, pero tal vez tú...- pensó unos segundos.- lo podrías convencer.- se encogió de hombros en mi dirección y volvió a sentarse.