Capítulo 3. Primer impresión.

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Era un lunes temprano por la mañana. 7 a.m. para ser exactos. Ya habia preparado mi equipaje mientras mamá doblaba y perfumaba mi vestido de enfermera para utilizar en la casa de mi nuevo paciente.

No puedo negar que me sentia ansiosa, nerviosa, y con ganas de cagar todo el tiempo.

Esperemos que lo último no ocurra en el trayecto.

Peiné mi largo cabello en un cómodo y elegante rodete compuesto también por una pequeña trenza a su alrededor como decoración y así fijar los pelitos sueltos reveldes que se escapaban por allí.

Me maquille un poco y me coloque un vestico color beige bastante largo y abrigado y sobre este una chaqueta de a botones color marrón oscuro para combinar. Sin faltar mis botas negras.

Una vez lista, baje a tomar mi merecido café a la vez que veía a mi madre de un lado a otro equipando mi valija.

-¿Llevas todo? ¿tus guantes? ¿tu esteros-estetors...?

-Estetoscopio- le ayudé a pronunciar.

-Sí, eso, ¿y tus botiquín? Ay Halley...

-Mamá- la llamé antes de que colapsara en un patatus -esta bien, preparé mis cosas ayer por la noche, cálmate, estás mas nerviosa que yo- le dije con una pequeña risa de por medio.

Ella se desplomó en la silla frente a mi dentro del pequeño comedor.

-Esto es importante Halley, no puedo creer que estarás mas cerca de mí y no quiero que tu primer día en tu nuevo trabajo salga mal...

-Oye- tomé su mano para darle un suave apretón -todo saldrá bien ¿si? En mis ratos libres vendré a visitarte y haremos lo que tu quieras.

Sus ojos azules brillaron de esperanza a través de ellos.

-Eso me gustaria... si...

Una vez ya tranquilizada, me bebí el resto de mi café de un sorvo y me levanté para empezar a recorrer Liberio rumbo a mi nuevo trabajo.

-Por cierto, Aru sabe que estás aquí, desea verte...

-¿Aru?- hacia meses no sabía nada de él.

Recordé con nostalgia a mi amigo, desde que se casó hacia mucho que no platicabamos. Prácticamente porque su esposa me odia.

Asentí ante la propuesta algo incómoda ante algunos vagos recuerdos con él y salí a buscar un taxi para llevarme rumbo a la mansión.

Cada vez que veía esa gran casa dónde viviré/trabajaré se me hacia imponente. Parecia una casa de ricos, grande, hermosa y pintoresca, su jardín perfectamente cuidado y de enormes ventanales, solo que era de una planta.

Recorde que mi paciente estaba en silla de ruedas, tal vez se debia a ello.

Mientras cruzaba el portón de la casa y caminaba hasta la puerta recordaba haber leído algunos datos en el informe que Onyankopon me entregó el día de ayer.

Nombre: Levi Ackerman.

Fecha de nacimiento: 25 de diciembre (37 años)

𝓔𝓵 𝓬𝓸𝓶𝓮𝓽𝓪 𝓱𝓪𝓵𝓵𝓮𝔂  | 𝓛𝓮𝓿𝓲 𝓐𝓬𝓴𝓮𝓻𝓶𝓪𝓷Donde viven las historias. Descúbrelo ahora