ʀᴇᴛᴀᴢᴏs ᴅᴇ ᴀᴍᴏʀ

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         Hace unos años caí ilusionado con un chico hetero. Sin mentir, no sabía si era un error o él me estaba dando las esperanzas. Él era el centro de atención para mí, sonreía y yo me derretía, se enojaba y lo calmaba. Él, solo a él, era todo lo que podía ver. Ese chico no sabía que me gustaba, que lo estaba amando en silencio, aunque poco a poco mis actitudes hacia él fueron dejándome al descubierto.

Recuerdo el 6 de agosto de 2017, la tarde era cálida, la brisa golpeaba mi ventana, cuando el chico con el que soñaba llegó a mi casa. Música a todo dar, cervezas en la nevera y nosotros dejándonos llevar por ellas, fueron sucediendo las cosas dentro de la habitación. Estaba con mi teléfono acostado sobre la cama, viendo como él bailaba e imaginaba bailar a su lado.

En un pequeño instante tomó mi mano y me levantó. Me abrazó. "Baila conmigo" me susurró. Mis esperanzas se fueron al cielo, quería apoderarme del momento y confesarle lo que guardaba en el silencio de mí ser.

Cuando nuevamente se aproximó a mi oído para susurrarme.

"Creo que me estoy enamorando, pero eso no puedo ser. ¿Por qué me tratas tan bien? Haces que piense cada instante en ti ¿Qué me has hecho Cesar?"

Mis ojos se agrandaron, la respiración se me detuvó y lo solté, caí sentado en la cama.

— ¿Qué dices? —fue lo único que me salió.

Él agarró la cerveza, tomo un sorbo, me miró.

—Lo siento—manifiesto y se marchó.

Los días fueron pasando, llegaba de la universidad y me lanzaba a la cama, con la duda de que habrá pasado con él, porque después de lo que pasó no me llamó, ni un mensaje me envió.

Tuve la iniciativa, le marqué, sin embargo, su teléfono estaba apagado. Me duché y vestí, fui hasta su casa, recuerdo que me abrió su hermana. Subí hasta su habitación y ahí estaba él, entre el desastre de su ropa.

— ¿Qué estás haciendo aquí? No puedo verte a los ojos después de lo ocurrido el domingo— expresó con su voz quebrada.

—Lo que sucedió fue culpa de las cervezas— Él me miro muy sensato y agarro mi mano.

—No le eches la culpa al licor, lo que te dije esa tarde es tan real como que Amy Winehouse murió por amor... Antes no le daba mayor importancia al asunto, pero ahora lo estoy sintiendo... Y estar solo estos días únicamente he pensado en eso y en ti. No sé, es como mirarla a ella...

—Cálmate hombre... No le des vuelta al asunto, olvida, eso no pasó, que yo soy sordo, tú eres mi amigo— exclamé, mientras por dentro quería brincar a sus labios.

—No puedo— El chico se levantó— esto es lo que quiero...

Acercó su boca a la mía, fue un beso mágico, yo que soñaba con ese momento y llegó, pero no todo es hermoso, de pronto la puerta de la habitación se abrió.