Capítulo 31

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FREYA

Dos días después ya todos habíamos empacado nuestras cosas para volver a casa el fin de semana, los chicos y yo aprovechamos al máximo los días en la playa y la piscina del hotel.

Los señores Crasfort y los Vega fueron muy amables durante todo el viaje, nos acompañaron en los días en la piscina, almuerzo, cenas, compras, al final ellos pagaron prácticamente todo.

Quien como ellos...

El resto de los días se pasaron volando y al llegar el fin de semana ya habíamos llegado a casa complemente bronceados.

Ángel regreso con la piel roja por haberse olvidado el bloqueador.

De regreso Emilio me termino dejando en la puerta de mi casa y al despedirse con un beso y un chocolate, corrí en dirección hacia mi padre contándole todos los detalles del viaje y enseñándole las miles de fotos que tomé.

Sin duda fue uno de los mejores viajes de mi vida, no lo olvidaré nunca.

Todo parecía ir bien hasta que una llamada volvió a joderme la existencia.

Sara.

¿De nuevo?

Joder.

Contesto

¿Ahora qué?

¿Qué hiciste con mi hijo Freya?

¿Ah? ¿De qué rayos hablas?

No te hagas la tonta niña, ¿Cómo has podido? Has hecho que mi hijo me odie ¿¡Tanto resentimiento me tenías para que provocarás eso!?

¡Yo no he hecho nada! ¿Qué te pasa? Será mejor que controles tu forma de hablarme o la única que estará realmente molesta seré yo.

Mi hijo...Carlos, él solo quiere hablar de ti, ir hacia ti, es más, no sé qué ideas le han metido tus amiguitos esos, que esta pensando en dejarme...en abandonarme...

¿¡Cómo pudiste manipularlo así Freya!?

Yo no he manipulado a nadie Sara y si piensas seguir con tu drama, Adiós, no vuelvas a llamarme.

Cuelgo

¿Pero qué carajos pasa en la cabeza de esa mujer?

Mañana hablaré con Carlos sobre ella, no sé que rayos estará pasando en casa, pero no debe ser nada bueno.

Entro a mi habitación y después de tomarme una larga ducha decido quedarme en cama viendo alguna serie de Netflix. Para la cena mi padre y yo pedimos comida china y al terminar se va renegando porque me comí su Wantán.

Le mando algunos mensajes a Emilio para despedirme mientras contemplo el tatuaje en mi cuerpo, el cual ahora yace en mi cadera izquierda.

"Emilio"

¿Cómo fue que se me ocurrió?

Bueno, era nuestro aniversario y quería hacer algo especial, algo importante, algo con lo que él supiera que era importante en mi vida, recordé que siempre quise hacerme un tatuaje a los 19, solo que nunca encontraba algo que fuera ideal, entonces lo supe. 

Quería que Emilio supiese que ahora él esta tatuado en mi piel, tanto como lo estaba en mi corazón.

Dios ¿En qué momento de mi vida me convertí en alguien así de cursi?

¿Qué es lo que has hecho con mi corazón de piedra príncipe? 

Sonrío al recordar su carita de felicidad en cuanto lo vio, se nota que le gustó, ya que no dejó de levantarme la playera para darme besos en esa zona, es más, le tomó varias fotos con su celular y al final puso una de fondo de pantalla.

Somos Nuestro Lugar SeguroWhere stories live. Discover now