Un cerezo en el inicio

Capítulo 16

Sakura: Otra vez ordenó con los brazos cruzados y el ceño fruncido

Naruto: ¡No! ¡Ya no más, Sakura-chan! lloriqueo recostado en el pasto, exhausto

Sasuke: Odio admitirlo, pero concuerdo con el dobe con cansancio se sentó en el pasto junto a Naruto

Sakura: No negó con la cabeza Hoy toca entrenamiento de genjutsu y Kakashi-sensei me pidió que les enseñe ejercicios básicos de genjutsu. Les falta experiencia en esta área, en especial a ti, Naruto señaló y el mencionado hizo un puchero más no dijo nada Así que levántese y trabajen demandó firmemente

Los chicos con resignación obedecieron. Para desgracia de ambos niños, el peliplateado dijo que como hoy tenía algo muy 'importante' que hacer (ninguno de los tres se lo creyó, ya que 'casualmente' la nueva novela de Icha Icha Paradise estaba en venta) no podría entrenarlos, pero que como ese día tocaba genjutsu Sakura se encargaría del entrenamiento, siendo ésta la mejor. Al principio, los genin dudaron de la capacidad de la pelirosa de enseñarles correctamente el tema, pero rápidamente se arrepintieron, ella era un demonio; no los dejaba descansar ni un minuto y los ejercicios eran tan pesados que terminaban exhaustos. Finalmente, la genin decidió que ya era suficiente entrenamiento por hoy al ver el cielo teñirse de naranja, indicando que el día estaba llegando a su fin

Sakura: Vamos, anímense les dijo inclinada levemente, ya que los chicos estaban en el suelo jadeando del cansancio ¡Ya sé! ¿Y si hoy yo invito la comida? ofreció con una sonrisa, sabiendo perfectamente quien estaría más emocionado con esa idea

Al escuchar la palabra "comida" Naruto se levantó del suelo con una rapidez impresionante, ni asomo del cansancio que decía tener. Su sonrisa no podía ser más grande, parecía que le podía llegar hasta las orejas

Naruto: ¡SIII! ¡VAMOS, SAKURA-CHAN, TEME! gritó impaciente empezando a caminar a la salida del campo de entrenamiento 7 ¡RAMEN! ¡DATTEBAYO! dio saltos, eufórico, repitiendo una y otra vez su comida favorita

Sakura: Yo no dije ramen susurró con los ojos en blanco ante la excesiva emoción de su amigo rubio

Sasuke: ¿Qué esperabas? Ese dobe solo tiene en la cabeza ramen dijo, parándose fastidiado ante los gritos de su amigo idiota

Sakura: Supongo que tienes razón soltó un suspiro mientras negaba, resignada Vamos, al parecer comeremos ramen dijo con una sonrisa divertida

Sasuke: Yo no voy, no puedo soportar más los gritos de ese cabeza hueca hizo una mueca de disgusto viendo al mencionado saltar por todos lados, gritando como desquiciado

Sakura: Por favor, Sasuke-kun. Tienes que ayudarme a controlar los platos que comerá Naruto, sino quedaré en bancarrota pidió con las manos juntas en su pecho, mirándolo con suplica

El pelinegro simplemente apartó la mirada mientras resoplaba, Sakura sonrió sabiendo que eso era un si. Los dos siguieron a Naruto que estaba muy emocionado por comer ramen con sus amigos, la comida de los dioses, de solo pensarlo babeaba y su estómago rugía pidiendo ser alimentado. Estaban a punto de llegar al local cuando Sakura divisó una pequeña figura escondida tras un poste, al parecer los estaba siguiendo, bueno, no a ellos, específicamente al rubio hiperactivo. La pelirosa detuvo su intento de sacarle conversación a Sasuke (quien sorpresivamente estaba cediendo y decía más de dos palabras) y se dirigió silenciosamente detrás de la figura que los observaba, todo bajo la atenta mirada de Sasuke

Sakura: ¡Hinata! exclamó con una sonrisa un tanto maliciosa

La nombrada dio un respingo, su cara se puso roja como un tomate; la habían descubierto. Seguro pensarían que era una acosadora y la denunciarían con el Hokage, su padre la regañaria severamente y, tal vez, la expulsen de Konoha (Improbable). Con temor se dio la vuelta, jugando nerviosamente con sus dedos índice