𝗚𝗶𝗿𝗹 𝗼𝗿 𝗕𝗼𝘆? «𝗦𝘁𝗲𝗱𝗱𝗶𝗲» [𝗺-𝗽𝗿𝗲𝗴]

๑ ʜᴜɴᴛ ᴛʜᴇ ꜰʀᴇᴀᴋ ๑

Despertó debido al frío que se coló por debajo de la lona y chamarra que lo cubrían. Abrió lentamente los ojos y lo primero que pudo notar es que Steve ya no se encontraba con él.

Se sentó lentamente apoyando una de sus manos en su espalda y se quedó unos segundos observando a la nada mientras otorgaba suaves caricias a su vientre. Tenía hambre, decir que la tenía era poco; en realidad moría de hambre. Hacia una noche y un día que no comía absolutamente nada y sabía que eso podía ser perjudicial para él y su bebé.

Esperaba que pronto llegaran sus amigos con algo de comer o en verdad iba a morir de hambre.

Se levantó cuidadosamente de la lancha y salió a tomar el pedazo de botella que la noche anterior había usado para casi matar a Steve. Lo tomó cuidando no cortarse y volvió de nuevo a sentarse y cubrirse.

En realidad no había mucho que pudiera hacer, solamente esperar.

Y eso fue lo que hizo durante las primeras horas de su nuevo día como "fugitivo".

Esperar.

Hasta que un raro sonido proveniente de afuera lo alertó, haciéndolo ponerse de pie nuevamente, con la botella rota en una mano y con la otra protegiendo su barriga.

Con cuidado se acercó a la ventana para intentar averiguar qué había sido el sonido.

Y la puerta de la bodega abriéndose le provocó un latido fuerte en el corazón y girar amenazante con el vidrio en la mano.

-Servicio a domicilio.- saludó Dustin sosteniendo en sus manos algunas bolsas, y detrás de él estaban Robin, Max y Steve.

-Por amor a dios, no vuelvas a hacer eso.- colocó el pedazo de botella sobre una mesita detrás de él y acarició suavemente su pecho como tratando de calmar sus latidos.

-Sí, lo siento.- acercó las bolsas hacia el pelilargo quien las tomó con desesperación para sentarse y hurgar su contenido.

Sacó rápidamente de la bolsa una caja de cereal, una bebida y el frasco de vitaminas.

Abrió de forma casi desesperada la caja y tomó un puño de cereal que introdujo en su boca y comenzó a masticar, haciéndolo soltar un pequeño gemido de placer ante el dulce sabor de miel en sus papilas.

Todos se encontraban de pie y brazos cruzados observándolo comer, necesitaban encontrar el momento adecuado para contarle a su amigo qué era lo que estaba pasando allá afuera.

- ¿Estás mejor?- se animó al fin a hablar el menor de gorra y Eddie asintió con la boca llena.

-Mucho mejor.- respondió después de tragar el cereal en su boca.

-Bien ahora... ¿Recuerdas lo que te dijimos anoche sobre que Hawkins estaba maldito?- cuestionó la pelirroja y Eddie asintió mientras sacaba una pastilla del frasco y la introducía a su boca para después darle un trago a la bebida.