๑ ᴇᴀꜱʏ ᴍᴏɴᴇʏ ʙʀɪɴɢꜱ ᴛʀᴏᴜʙʟᴇ ๑

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Sacarse a Wayne de encima con la cuestión de decirle a Steve sobre su embarazo había sido fácil

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Sacarse a Wayne de encima con la cuestión de decirle a Steve sobre su embarazo había sido fácil. Siempre había sido un muy buen mentiroso, sin embargo no sabía por cuánto tiempo podría cubrir la mentira sobre que Harrington conocía la situación por la que estaba pasando.

Le había inventado que el chico accedió a darle dinero cada cierto tiempo, Wayne desconocía sobre el "trabajo" de Eddie vendiendo droga en la preparatoria, así que le resultaría fácil conseguir el dinero.

Se encontraba ya en el mes de marzo, y en tan sólo unos días comenzarían sus vacaciones de primavera para el siguiente mes al fin graduarse de la preparatoria.

Wayne lo había llevado con el médico de confianza que tenía cuando era pequeño, tenían que estar preparados para este día, solamente que no esperó que fuera a ocurrirle a los 19 años y sin haber terminado aún la escuela.

-Cuentas ya con 17 semanas. ¿No estás emocionado?- cuestionó el hombre de bata blanca mientras Eddie abrochaba su pantalón y deslizaba su playera por aquella notable curvatura en su abdomen.

-Wuuu, qué emocionante.- respondió de forma agria y se sentó frente al médico.

-La próxima semana entras a tu semana 18, o sea que comienzas tu quinto mes.

- ¿Y eso significa...?- arqueó ligeramente una ceja mientras recargaba una de sus manos sobre su vientre.

Si bien al inicio le desagradaba la idea de tocar el bulto bajo su ropa, instintivamente comenzó a hacerlo y fue un hábito que simplemente no pudo dejar.

-Significa que probablemente el tamaño de tu vientre aumente más debido al crecimiento del útero, además que puede empezar ya a darte pequeñas pataditas. Quizás en la siguiente revisión podremos saber su sexo.

-No quiero saberlo.- negó apartando la mirada. -No voy a quedármelo, ¿Sabía?- el hombre asintió acomodando los papeles sobre el escritorio.

-Algo de eso me comentó Wayne.- el silencio en el consultorio era incómodo.

Y así solía ser siempre que Eddie tenía consulta. Mientras otras mujeres se sentía nostálgicas y emocionadas al ver a sus bebés, Eddie lo único que quería era que todo eso terminara de una buena vez.

-Entonces supongo que no querrás una copia del ultrasonido... ¿Verdad?

-No.- negó subiendo y bajando su pie con desesperación.

-Bien, entonces creo que eso es todo, nos veremos el siguiente mes. Cuídate.

-Igual.- sin decir nada más se levantó del asiento con un poco de dificultad debido a la presión que sentía en su vejiga. Salió del consultorio y del hospital, y se dirigió a casa.

No odiaba al humano creciendo dentro de él.

No.

Se odiaba a él mismo y a Steve por haber sido tan descuidados, después de todo el bebé dentro de él no tenía absolutamente nada de culpa.

Las últimas semanas había sido bastante difícil ocultar el vientre que a cada día que pasaba crecía más y más, y pesaba, dios, la espalda estaba matándolo.

Había cambiado casi todo su armario por ropa un tanto más holgada que, según Dustin, hacía que no se notara tanto su vientre. Pero de una u otra forma, un día de estos terminaría por revelarse por completo la curvatura creciente de su abdomen.

Pasaron días después de su última visita con el ginecólogo, ya se encontraba en la semana 18, y tal como el médico se lo había dicho, el bebé había comenzado a patear. Pero era extraño, el movimiento era demasiado continuo y como si varias partes del cuerpo del bebé estuvieran pateándolo al mismo tiempo.

Frunció el ceño mientras acariciaba detenidamente las zonas del golpe para intentar averiguar por qué es que el pequeño humano estaba tan inquieto.

Pero el sonido de la puerta lo detuvo de hacer dicha tarea, obligándole a levantarse de su cama y colocarse la chamarra. Sabía perfectamente de quién se trataba.

Chrissy Cunningham.

Se habían reunido esa misma tarde en el bosque después de clases, pues ella planeaba comprarle un poco de hierba al metalero. Cosa que no se concretó ya que ella había preguntado si tenía algo más fuerte.

Eddie accedió a venderle Ketamina, pero le pidió reunirse en su casa al anochecer. Se suponía que ese día tendría una partida de Dungeons & Dragons con el Hellfire club, pero tan sólo imaginar que tendría que ir a su lugar de reunión en la escuela y después conducir de regreso a casa para venderle droga a la rubia, le dió demasiada pereza así que prefirió posponer dicha partida para la siguiente semana.

-Hola, adelante.- saludó a la chica visiblemente nerviosa que se adentró a su domicilio en el parque de caravanas en Forest Hill.

-Vives... ¿Solo?- cuestionó la chica bajando las mangas de su suéter para así cubrir sus manos.

-No, vivo con mi tío. Pero descuida, él se encuentra trabajando, estamos completamente solos.

-Y... ¿Cuánto tarda en hacer efecto?

-La... ¿Ketamina?- la chica frente a él asintió mirando la casa. -Pues, si la inhalas en tan sólo unos segundos estarás en estado de máxima relajación. Sólo déjame buscarla y listo.- Eddie se dió la vuelta rumbo a su habitación.

Una vez dándole la espalda a Chrissy, colocó una de sus manos sobre su vientre, el bebé había comenzado a golpearlo esta vez más fuerte provocándole mucho dolor y un pequeño quejido.

-Sé que te gusta que te acaricie y todo eso, pero estoy trabajando ¿Sabes?- habló a su estómago mientras revolvía todos los cajones de su habitación en busca de la droga. - ¿De dónde crees tú que sale el dinero para las vitaminas caras que tengo que tomar?- después de unos minutos de búsqueda al fin encontró el frasco con Ketamina.

Salió de la habitación observando el frasco y al levantar la vista observó a la chica rubia que se encontraba completamente inmóvil y con los ojos en blanco.

- ¿Chrissy?- la llamó dando unos cuántos pasos hacia ella, e instintivamente cubriendo su vientre con su mano libre. -Oye Chrissy ¿Estás bien?- preguntó pasando una de sus manos frente a ella. -Chrissy despierta.... Esto no me está gustando.- comenzó a sacudirla por los hombros y miró a su alrededor al darse cuenta que las luces estaban comenzando a parpadear. Soltó a Cunningham del agarre y llevó ambas manos a su abdomen mientras retrocedía.

De un momento a otro la chica se elevó, pegándose completamente al techo, sus extremidades comenzaron a quebrarse por sí solas al igual que su mandíbula.

El vientre de Eddie se tensó, el pelilargo comenzó a gritar con terror y cuando la chica cayó al suelo, Eddie salió corriendo hasta su van. Y condujo al único lugar al que sabía que el bebé y él estarían seguros.

 Y condujo al único lugar al que sabía que el bebé y él estarían seguros

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𝗚𝗶𝗿𝗹 𝗼𝗿 𝗕𝗼𝘆? «𝗦𝘁𝗲𝗱𝗱𝗶𝗲» [𝗺-𝗽𝗿𝗲𝗴]Onde histórias criam vida. Descubra agora