| Nuevos juguetes |

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Unos días después de aceptar ser parte de la revolución, Rui le dijo a sus abuelos sobre sus planes, ellos aceptaron, pero le dejaron en claro que a pesar de eso tenia que cuidarse y no descuidar a Ran y Rindou, el adolescente acepto aquello, ya tenia planeado como cuidarlos mientras hacia todo eso, por otro lado, hablo con su madre, ella fue algo más insistente que sus abuelos, pero al final era la decisión del menor, que solo se cuidara.

Pero cuando se lo contó a sus hermanitos, ellos se emocionaron, pero luego de esa emoción, se preocuparon, cosa que sorprendió a Rui, que solo pudo sonreír mientras los abrazaba agradecido pro su preocupación.

Rui: -(Ahora que lo pienso.... Ran y Rin son los únicos que se han preocupado de mi familia)- pensó mientras acariciaba el cabello de sus hermanos

Ahora los niños estaban en el camilla de Rui, estaban durmiendo mientras lo abrazaban, el pelinegro los miro con amor, no es que estuviera enfadado con sus abuelos o con su madre, siempre había sido así para él, desde pequeño, una vez que pudo diferenciar entre lo bueno y lo malo, dictaron que ya estaba grande para tomar sus propias decisiones sin necesidad de pedir permiso, ya que confiaban en él para tomar siempre la mejor opción.

Rui: -(Mejor dejo de pensar en eso)- pensó sacando esos pensamientos de su cabeza -(No devén de tardar)- recordó viendo el reloj de la pared de su habitación -Ran, Rin, despierten- dijo moviendo a sus hermanos

Los rubios se quejaron, pero al final se despertaron, y como no querían salir de la cama se quedaron sentados junto a Rui, quien no los saco, al final de unos minutos más llegaron los pandilleros junto a Shiro y Nagisa.

Mientras se saludaban, Ran y Rindou miraban con sus ojos entrecerrados a los 3 pandilleros, ya se conocían porque fueron presentados hace unos días, por sus ojos violetas pasaron destellos de maldad y diversión, mientras sonreían abrazados a su hermano.

Shiro y Nagisa miraron con pena a Sai, Issey y Yukichi, pobres, lo que le esperaban si les tocaba quedarse con esos demonios rubios que se portaban como ángeles ante Rui, ellos conocían esa sonrisa y no gracias, querían vivir por el momento.

Los pandilleros de repente se sintieron asustados, sus instintos más profundos estaban como locos diciendo que se alejaran de esos niños que abrasaban a Rui, y se estremecieron al verlos sonreír, pero lo ocultaron bien. 

Rui: -¿Y como les fue con los otros Sub-Capitanes?- pregunto 

Nagisa y Shiro fueron a hablar con los otros pandilleros que estaban dispuestos a revelarse, para comenzar a ser conocidos y mostrar que también iban a hacer parte de esto, ademas, al ser de confianza, confiaba que le iban a decir la verdad.

Shiro: -nos fue bien, aunque- iba a continuar, pero Rindou lo interrumpió

Rindou: -antes que sigan hablando- dijo alzando la mano y miro a su hermano mayor -¿Podemos ir a comer algo?, tenemos hambre- dijo haciendo un puchero

Rui: -¿De verdad?- dijo muriendo por dentro por la ternura que le dio Rindou cuando levanto la mano

Ran: -si si- dijo apoyando a su hermano menor -¿Podemos ir por fa?- dijo haciendo ojos de gato con botas junto a Rindou

Rui: -esta bien, ¿Alguno de ustedes puede- iba a hablar pero sus hermanos hablaron primero

Ran: -nos vamos con Issey, Yukichi y Sai- dijo saliendo de la cama 

Rindou: -así aprovechamos de conocer a tus nuevos amigos Onii-chan- dijo también saliendo de la cama 

Rui: -pero- quiso protestar pero fue callado por Nagisa

Nagisa: -bueno, mientras ellos van te contamos lo que paso- dijo de inmediato

Conocía bien a esos niños como para saber que planeaban, Shiro a su lado también lo sabia y se apresuro a distraer al Haitani mayor.

Ran fue al bolso de Rui, que era el lugar donde guardaba sus cosas personales, saco su billetera, el hermano del medio no era tonto, sabia que si sacaba dinero de más lo iban a castigar, porque el mayor tenia muy bien contado el dinero que tenia, ademas que siempre le pedía la boleta para saber que pago lo justo o que le dieron el vuelto correcto.

Una vez le cobraron de más, Ran y Rindou tuvieron vergüenza al ver a Rui reclamando por el dinero, solo deseaban volver a casa pero el mayor se negó a irse sin que le dieran el dinero que le cobraron de más.

(¿Alguno de ustedes tubo que vivir ese tipo de situación?, ya si, que vergüenza, lo peor era que fueron mi abuela, mi Tía y mi mamá la que reclamaban)

Y en un dos por tres se llevaron a los pandilleros, que no tuvieron de otra que irse con ellos, pobres, Ran y Rindou iban a ir a probar sus "nuevos juguetes" y ver si eran tan divertidos como Shiro y Nagisa.

El hermano mayor de los HaitaniWhere stories live. Discover now