CAPITULO 6 ¿Podríamos intentarlo?

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Emma:

Me desperté por la mañana y allí estaba durmiendo en su pecho mientras que el me rodeaba con sus brazos, me sentía protegida junto a él.
Suspire al verlo dormir tan tranquilo y a la vez tan aferrado a mi. Allí estaba, entre sus brazos, después de haberse quedado dormido junto a mi cuidandome, tenia su labio un poco hinchado y unos raspones en sus pómulos, aun no me explico como hizo para golpearlo de esa forma el tipo era enorme.
- ¡dime que no tengo un nuevo moretón!- estaba despierto y yo observándolo como una tonta.
-¡no creo que te quede lugar para uno más!- conteste tímida al haber sido pillada por el, el se sonrió y luego me miró, pero su bella sonrisa se borro en cuanto lo hizo.
-¡maldición!- se enderezó y se acercó a mi inspeccionando mi rostro.
-¿Qué? ¿ que pasa? me asustas- ya había tenido demasiado anoche y no quería lidiar con algo mas.
-¡no!, no te preocupes, es solo que tu moretón es más grande que anoche, bordea tu ojo también- ahora entendía porque no podía apoyarme de ese lado, pero era de esperarse me dio una trompada importante.
Por suerte era sábado y no trabajaba, pero dudo que desaparezca para el lunes.
Alex se levanto y fue a preparar el desayuno, ninguno dijo nada sobre el beso, y eso me tenia un poco desconcertada, sabía que sentía cosas por el ¿pero el las sentiría también? Tal vez solo lo hizo para distraerme o calmarme ¡diablos! ¡no lo sé! Debo tranquilizarme y si fue así, entenderlo y olvidar que sucedió.
Así que me propuse actuar con naturalidad como si nada hubiera pasado a mi pesar.
Desayunamos casi sin hablar y agradecía eso, no hubiese sabido que decirle ante una pregunta.
Se fue según el a ver a Tyler, así que me quede en casa sola. La experiencia de anoche me había afectado pero no al punto de ponerme histérica, y no iba a dejar que el miedo me dominara debía ser mas fuerte que nunca.
Una hora mas tarde mi celular sono.

-Hola ¿estás bien?- era Alex

-si, al menos no me he vuelto loca- le dije tranquila para que viera que estaba bien.

- ¡yo llegare en una hora!- ¿es que esto se volverá costumbre? Porque realmente me gusta que se preocupe.

Una hora después llegó en su motocicleta, lo observaba entrar desde la sala de estar, con su rostro golpeado y aún así seguía siendo confiado y seguro de si mismo.
Entro y al verme recostada en el gran sofá sonrió ampliamente.
-¿como te sientes? - me pregunto sin borrar su bella sonrisa.
-¡bien!solo me duele un poco los moretones- conteste un poco tímida ante su mirada resplandeciente que me hipnotiza y me intimida.
-¡Tyler esta bien! Te manda saludos, y también está acompañado- me dice dejando entre ver algo que no había dicho.
-¡me alegra saberlo estaba preocupada!¿ quien lo acompaña? - pregunté porque sabía que su comentario decia más de lo que dijo y al parecer deseaba que le preguntara.
-Lola, y parece que lo a cuidado ¡muy bien!, te manda saludos y dice que vendrá a verte en cuanto Tyler este mejor- y terminó soltando una carcajada simpática.
-¿Lola?¿cuidando a tyler?- bien su actitud es noble pero ¿porqué ella haría eso?.
- bien no es raro, anoche estabas muy mal- y al decir esas palabras su sonrisa se borro - y Lola se sentía culpable de alguna forma, y creí que lo mejor era evitar una discusión entre ustedes- me aclaro. Yo estaba muy desencajada es verdad pero enojarme con ella no era la solución, además ella no sabia de las intenciones del maldito estúpido.
-¡gracias!- le conteste quedándome en sus hermosos ojos.
Pero algo me dice que el motivo de su buen humor no es eso, pero suena ridículo preguntarle.
el se ofreció a cocinar algo, y en verdad pense que "cocinar" para el sería deliveri, pero ¡no! Valla sorpresa al ver una deliciosa lasagna, la comida fue muy amena y no me sentí incómoda para nada, debo reconocer que cocina mejor que yo.
Me levanté después de comer para lavar los platos, pero el me detuvo y no me dejo hacerlo, en verdad es un gran amigo y su forma de cuidarme me ha dejado sin palabras.
Nos propusimos a ver alguna película y al mover su brazo sentí que se quejo muy por lo bajo.
-¡no estas bien Alex, déjame ver tu herida!- le pedí amablemente.
-no es nada- me contesto, mientras que yo lo ayudaba a quitarse su camiseta.
- ¡hay que cambiar las vendas!- le informe seria mientras me levante para buscar el botiquín.
Desinfecte su herida y luego le hice una venda nueva un poco mas ajustada.
- ¡debes descansar!- le pedí preocupada.
-estoy bien Emma, esto no es nada he tenido enfrentamientos peores pero...- tomo aire antes de continuar - nunca me sentí tan débil, mi cabeza se enloqueció cuando llegue a aquel callejón- su cara se tenso y su mandíbula se marcaba por la fuerza que hacia - me sentí impotente y desesperado,te juro que si no me hubieran apartado de el lo habría matado- sus palabras sonaron sinceras, y a la vez me sentí perturbada por sus palabras.

Alexander   Amor Y OrgulloWhere stories live. Discover now