Nos volveremos a encontrar Parte II (Relatos De Arcadia)

Capitulo 6. Una amistad que revivió

-Pues si deseas que te cuente todo lo que he hecho en estos novecientos años, tendrás que tener paciencia porque va ha tardar un rato, son muchas cosas que pasan en novecientos años- le  dijo mientras se acercaba a una de las flores marchitas del balcón - hortensias y Claveles rojos - dijo al reconocer las flores -¿Me permites?.

El no sabia que decir, ya que no sabía que iba hacer con las flores, pero luego de unos segundos asintió ya que confiaba en ella. 

 -Su tiempo no ha terminado- exclamó. Sus manos comenzaron a brillar de un color verde, dando a entender que estaba usando su magia, unas pequeñas esferas de energía emanaron de estás y cada una se poso en una flor; de un momento a otro las flores marchitas renacieron y volvieron a estar tan vivas y hermosas como el día que fueron colocadas.

-Woou- exclamó  asombrado al ver esa escena -¿Como hiciste eso?.

Ella simplemente le sonrió -Como dicen por allí un buen mago nunca revela sus secretos- exclamó con una mirada misteriosa. El la miro directamente a los ojos, buscando su mirada zafiro que tanto le gustaba, pero se sorprendió al no encontrarla de inmediato. El Iris de sus ojos tenía un color amarillo, pero rápidamente volvieron a ser azules. 

Eso lo sorprendió mucho, normalmente a un hechicero le cambiaba  el color de sus ojos cuando estaba usando su magia en gran cantidad, pero siempre terminaba siendo del mismo color de sus magia, ver esa excepción en ella le parecía extraño, aun así no menciono nada ya que pensó que pudo haber sido un efecto de la luz o algo así.   no quise comentar nada al respecto de seguro fue un efecto de la luz o algo así. 

Al notar que Hisirdoux, no decía mas nada,  ella decidió  sentarse en el piso y lo invitó para que  hiciera lo mismo.

-Sabes no se para que decoraste todo esto, pero debo felicitarte había quedado hermoso- expreso maravillada -Lastima que no puedo regresar los listones y demás decoraciones a la normalidad- 

-Pero yo si puedo- le dijo confiado 

Ella lo miró sorprendida por sus palabras,pero no tuvo tiempo de responder cuando el saco su báculo.

   -redire ad pristinum- recito y  una onda azul salió de la gema, llenando todo el lugar de pequeñas luces. Todos los adornos volvieron a su estado original, el miro su cara de asombro mientras guardaba su báculo y canturreo victorioso.

-Ves que no eres la única que aprendió cosas nuevas en estos últimos siglos- le contesto feliz, al notar su brillante mirada.

-Eso fue increíble- dijo maravillada -Nunca había oído de ese hechizo- añadió

El le iba a contestar, pero noto que algo en su blusa, brillaba con intensidad 

-Tienes algo brillando en tu blusa- 

-¿Tengo que?- 

-Tienes algo brillando en tu blusa- dijo mientras  hacía movimientos circulares en su camisa para que supiera dónde buscar, ella miro el lugar que le indico y de inmediato sonrió

-Ah no, descuida- dijo tranquila mientras sacaba un collar que estaba guindando de su cuello     -Solo es esto, debió de reconocer tu magia- dijo mientras me mostraba el relicario que le había regalado. Si el ya estaba alegre, volver a ver ese relicario lo alegraba más,el recordaba que gracia a el, había descubierto toda  la verdad, pero lo que más le alegraba era que ella lo hubiera conservado todos esos años.

-Me alegra que aún lo tengas- exclamo alegre

-Por supuesto- respondió  con una sonrisa -No iba a perder el único objeto que me recordaba a ti-   terminando de decir esto  recostó su cabeza en el  hombro de el - El relicario, siempre fue el recordatorio de la promesa que hicimos- siguió hablando con nostalgia - Fue lo  único que me ayudaba a soportar esa mentira por años, el estar con la esperanza, de que algún día nos íbamos a volver a encontrar sin las mascaras, ni ilusiones.