Llenando Los Vacíos [Five Hargreeves]

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Lea Hargreeves.

— Tengo miedo...

— Tranquila, Lea, estaremos juntos en la misión... — me tranquilizo Five.

Reginald me avisó hoy por la mañana que me dejara ir a la próxima misión.

Estoy asustada? Completamente. Algo dentro de mi me dice que no estoy lista.

— Gracias, Five... — intenté tranquilizarme — Y si uno me dice: Bu! Y yo me asusto?

— Por que te van a hacer "Bu"? — cuestionó Five.

— Por que no lo harían? — respondió Klaus, y Five lo regaño con la mirada — Lo siento, no estoy siendo de ayuda, pero para que sepas ninguno me ah dicho "Bu"

— Eso ayuda... un poco...

— Además nunca me han matado, y ni siquiera presto atención... — agregó Klaus.

— Si, me gustaría hablar sobre eso — Five lo señaló.

— Esperen! — grité, y saque unas galletas de mi mesita de luz — Listo, prosigan! — Five rodó los ojos.

— Creo que deberías estar más atento en las misiones, eso ayudaría a que yo también lo este, al no tener que asegurarme de que no te maten...

— Uhhhh

— Gracias por la oferta, pero no, gracias. — trató de irritarlo Klaus.

— No es una oferta — levantó la voz.

Tienen una pelea así cuatro veces a la semana aproximadamente, por eso no estoy preocupada.

— Voy a dejar que te maten! — aseguro.

— Jamás lo harías, me amas — Klaus fingió limpiarse las uñas.

— Sabes que? Voy a matarte yo mismo! — Five salto sobre Klaus, y ambos comenzaron a rodar por el piso.

— Esto es negligencia! — grito Klaus.

— No sabes ni lo que significa! — respondió Five.

— Pero suena inteligente!

— Pues entonces no puedes usarlo, idiota!

Metí otra galleta a mi boca — Necesitan que les corra algún mueble, o algo?

— Quizás la mesita... — respondió Klaus, aún rodando por el piso.

— Na, está muy lejos...

— Entonces para que preguntas? — grito Five.

— Ey, cómo osas gritarme? — dije en tono dramático.

— No te grité!

— Por que a ella si la dejas usar palabras inteligentes? — se quejó Klaus.

— Porque si las entiende.

[....]

Rayos.

La alarma de las misiones está sonando, y mi comida está subiendo.

— Grac- Mamá, no tengo mi máscara.... — avisé.

— Aquí está cariño — dijo.

— Muchas gracias! — corrí en dirección a la habitación de Klaus — Estás listo? — pregunté desde la puerta.

— Casi.

— Apúrate!

— Ya están listos? — Five apareció tras de mí.