Bad Days -Rev!KevEdd

☀️NOVATADA

Mmm si, las 2AM momento para publicar. este cap se hizo mas largo de lo que pensé, aquí dejo cuatro mil y algo de  palabras lol (tal vez no tan largo) nuevamente publicando después de revisar 93894 veces, me disculpo por errores ortográficos
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Después de lo acontecido con mis nuevos y raros vecinos regrese a casa con el corazón en la mano, hubiera preferido enfrentarme al rancio calcetín del grandulón una vez más en lugar de a la mirada del pelinegro quien ya de por sí me hacía sentir...

¿Como me hacía sentir?

Intimidado podría ser la respuesta, pero la sensación era diferente a cuando me ''enfrento'' a los bravucones de la escuela o al vacío habitual en mi estómago originado por situaciones que me ponen ansioso, bueno no tan diferente a esto último, ambas sensaciones podrían ser casi iguales.

Pienso en la primera vez que lo vi, claro que me asusté cuando le di con la puerta en la cabeza razón por la que hui la segunda y de repente siento mi cara ponerse caliente y roja al recordar su beso al aire en la vulcanizadora o su cercanía hace unos momentos, entonces creo que lo entiendo, aquél joven me parece atractivo.

Vale, tampoco estoy diciendo que me siento como una quinceañera enamorada a primera vista del nuevo ''malote'' del pueblo, solo reconozco que tiene cierto atractivo y logra ponerme aún más nervioso que me parezca lindo pues ya es suficiente con mi torpeza al socializar.

Lindo, sí.

—....

<< ¡Oh, pero si es un grosero!>>

Me regaño a mí mismo por pensar en ello y avanzo hasta mi habitación, sintiéndome ridículo y frustrado tanto que al entrar a mi habitación azote la puerta y puede escuchar a mi madre llamarme la atención desde su habitación.

—¡Lo siento! —grite mientras me tumba en la cama.

Pase varios minutos mirando el techo en la misma posición ya un poco más calmado al respecto, pero aún indispuesto a cambiarle el tema a mi cabeza.

''Y te deberé una''

¿Qué quería decir con eso?

Me siento sobre la cama frunciendo los labios, ¿Un favor acaso? Si básicamente me obligó a entrar a la casa abandonada de mi cuadra con sus amigos raros.

Mi mente soltó el tema por un rato, al menos hasta la hora de la cena con mis padres pues comencé a indagar un poco más sobre la casa de al lado después de todo mis padres han vivido en Peach Creeck toda su vida, tal vez sabían algo de los anteriores dueños.

—Creo que alguien planea mudarse a la casa de enfrente—comente picoteando la comida y fingiendo que nada del encuentro con los tres chicos ocurrió para después meter a mi boca algunos de los trozos de zanahoria atorados en el tenedor.

—¡Oh! ¿en serio? Eso suena bien, esa casa lleva ya mucho tiempo desocupada—comenta mi padre—¿Quiénes vivían ahí? ¿Eran... Mairon...

—¡Es verdad! Isabella y Eddward Marion! —dice mamá.

—¡Cierto los Marion! —exclamo mi padre solo para dejar ir el tema y seguir comiendo con el ambiente relajado de siempre.

Estaba por acabar el bocado que tenía en la boca para preguntar quiénes eran cuando mis padres gritan:

—¡MARION! —

Haciendo que me atragante con la comida por el susto, rápidamente tome mi vaso y bebí algo de agua.