"Capítulo 65"

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Todo estaba muy bien con Betty y con el bebé. Aún en el hospital, sus amigos fueron a conocer al recién nacido y lo amaron aún más en cuanto lo vieron. Mateo los tiene a todos enamorados.

Al día siguiente pudieron irse a casa, con una felicidad inmensa. Familia completa, un nuevo integrante y ahora la próxima boda entre Betty y Jughead.

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Ya en casa, Betty intentaba calmar a su pequeño hijo. Éste estaba llorando desde hacía rato y la rubia ya lo había intentado todo para tranquilizarlo.

—Mía se quedó dormida— Avisó Jughead, entrando a la habitación. —¿Por qué Mateo no se duerme aún?—

—No lo se. Lo alimenté, lo cambié y tiene sueño pero no se duerme— Contestó Betty, dando vueltas de un lado a otro en la habitación con el recién nacido llorando en sus brazos.

—Nena, tú deberías descansar— Opinó Jughead, acercándose a ella y tomando en sus brazos al bebé. —Diste a luz ayer. Relájate un poco—

—No lo se. ¿Vas a poder?— Le preguntó Betty, un poco insegura.

—Betts... soy súper papá. Puedo con todo. Además... no soy yo quien tuvo un bebé ayer y necesita recuperarse. Por favor descansa, enserio— Sugirió Jughead, caminando de un lado a otro con el bebé en sus brazos. —Shhh... ya, bebé. No llores mi pequeño. Papá está aquí. Si... soy papá— Le habló al bebé.

Betty sonrió, viendo lo mucho que su ahora prometido consentía al bebé que tuvieron apenas ayer.

Lo que ella admira más de él, es lo amoroso y considerado que es como pareja y como padre.

Sorprendente el bebé empezaba a dejar de llorar, y Jughead sonrió cuando vio que el niño se quedó dormido en sus brazos.

—Eso es, campeón. Descansa pequeño— Le dijo Jughead al niño mientras lo dejaba en su cuna, para luego mirar a Betty. —Te lo dije mi amor—

Betty sonrió y se acercó a él, besando con delicadeza sus labios. —Eres el mejor. Pero si se te ocurre volver a embarazarme, voy a cortarte el pene— Susurró contra su oído.

Jughead soltó una pequeña risa, divertido, y se acercó a su oído. —Si haces eso... ¿Quien va a provocarte esos increíbles orgasmos, nena?—

Betty se separó y le golpeó el hombro, divertida. —Idiota—

—El idiota que tanto amas— Presumió, abrazándola y besando su mejilla. —Te amo tanto Betty... no veo la hora en la que seas mi esposa—

—Ouh... también te amo Juggie. Tampoco puedo esperar a que seas mi esposo. Pero... ¿Cuando será la boda?— Preguntó, separándose.

—Bueno, obviamente hay que esperar a que Mateo esté más grande. Podríamos esperar... ¿Algunos tres meses?— Sugirió Jughead.

Betty sonrió y se acercó para besar sus labios nuevamente. —Perfecto. Él ya estará fuerte—

—Muy bien. Más adelante planearemos todo. Ahora quiero y necesito que tú descanses amor, por favor— Le pidió Jughead, tomándola de la mano y guiándola a la cama.

—No lo se. ¿Y si mi bebé me necesita? ¿Y si Mía me necesita?— Preguntó la ojiverde, soltándose de la mano de su prometido.

—Están durmiendo Betts, por favor. La doctora te dijo que debías descansar. Ven— La volvió a tomar de la mano.

Betty suspiró y fue a la cama con Jughead. Él la rodeó con sus brazos y la pegó a él, mientras ella lo abrazaba.

No había necesidad de tocarse o tener sexo cuando estaban así, en la cama, abrazados. Sentir el calor y los latidos del otro ya era suficiente.

Error Adolescente |Bughead| Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt