Error Adolescente |Bughead|

"Capítulo 55"

Pasó una semana y en esa semana Betty y Jughead apenas se hablaron, solo cuando se trataba de asuntos de su hija.

El orgullo y el ocultar las cosas los distanciaba cada vez más. Jughead estaba siendo consumido por la soledad, y Betty estaba siendo consumida por el trabajo y el estrés.

Pero ahora, en esta ocasión todos se reunieron en la casa de Cheryl y Toni para una reunión sencilla con intenciones de juntarse como en los viejos tiempos. Una pequeña fiesta que la morena y la pelirroja quisieron organizar, solo de adultos. A las niñas las habían dejado con sus abuelos esta noche.

Betty estaba reunida con Verónica, Tabitha, Cheryl y Toni mientras los chicos estaban reunidos al otro lado de la casa enorme que comparten Cheryl y Toni.

Jughead estaba en ese grupo con Archie, Kevin, Fangs, Reggie y Sweet pea, pero lo que el ojiazul no sabía es que alguien lo observaba.

Betty no podía parar de mirarlo. Se veía tan bien con esa camisa y esos jeans negros y ese pañuelo rojo en su cuello, con ese pelo alborotado... que incluso de espaldas se veía bien, provocando que la rubia hasta se mordiera el labio.

—Betty... ¡Betty!— La llamó Verónica.

—¿Ah? ¿Que?— Respondió la rubia, mirando a la morocha.

—Hace rato que estamos hablando contigo y no nos estás escuchando, Betty. ¿Todo bien?— Le preguntó Tabitha, preocupada.

—Ella está bien. Dejen que siga comiéndose a su galán con la mirada— Sugirió Cheryl, divertida.

—¿Que? Yo no estaba haciendo nada— Negó Betty, sonrojada.

—Acabas de morderte el labio mientras mirabas a Jughead— Aseguró Toni.

—Basta chicas— Exigió Tabitha y miró a Betty. —Escucha. Esta bien que vallas con el y le digas lo que sientes—

—La apoyo. No le veo el sentido a qué sigan separados si ustedes se aman todavía— Opinó Verónica.

—Yo te apuesto lo que quieras a que él sigue loco por ti— Aseguró Cheryl, poniendo una mano sobre el hombro de la rubia.

—Ustedes son muy orgullosos. En eso me he fijado— Agregó Toni.

Betty suspiró, dándole una última mirada discreta a Jughead y se puso de pie tras estar sentada junto a sus amigas en un gran sofá de la enorme sala de la casa. —Chicas, iré al baño. No tardo— Avisó para luego ir hacia las escaleras.

Las chicas la vieron irse y notaron lo desanimada que estaba, y eso las preocupaba.

—Ay Betty... ¿Que será lo que le pasa?— Se preguntó Tabitha, viéndola irse, preocupada.

—Es obvio. Le hace falta su macho— Aseguró Cheryl.

—No lo creo amor. Creo que está enferma o algo así— Supuso Toni.

—Está muy estresada. ¿Saben? Yo también deseo ir al baño. Regreso en un momento, chicas— Avisó la morocha, poniéndose de pie y dirigiéndose a las escaleras.

—¡Ve a ver a Betty!— Le pidió Tabitha, viéndola subir esas escaleras.

Verónica asintió y caminó por el pasillo de la casa hasta detenerse en el baño en donde escuchó a Betty sollozar.

—B...— La llamó, abriendo la puerta del baño lentamente y acercándose a ella. —¿Te sientes bien? ¿Estabas vomitando otra vez?—

Betty la miró y asintió. Estaba abrazada a sus piernas, en un rincón del baño, aún con esas ojeras y la piel pálida.

—Me siento muy mal, V— Respondió Betty, limpiándose las lágrimas.

—Lo se, Betty. Yo también me sentía mal hace unas semanas atrás y por eso te traje esto— Dijo, pasándole dos paquetes.

Betty tomó aquellos pequeños paquetes y vio que eran dos pruebas de embarazo. —¿Que? No... yo no estoy embarazada, Verónica— Negó, dejando los paquetes a un lado.

—Pero tampoco está de más asegurarse, B. Es solo para descartar. Hazlo— Pidió la morocha.

Betty suspiró y tomó aquellas pruebas de embarazo, sacándolas de sus paquetes. —De acuerdo, me las haré porque definitivamente no estoy embarazada. No veas— Le pidió.

Verónica asintió y dio la vuelta en lo que Betty se practicaba ambas pruebas de embarazo.

—Listo. ¿Cuanto tiempo se supone que debo esperar?— Preguntó Betty, con ambas pruebas de embarazo en mano, mirando a Verónica.

Verónica tomó uno de los paquetes de la prueba de embarazo y miró a Betty. —Dos minutos. Solo dale dos minutos—

—De acuerdo, verás que no hay bebé dentro de mi— Aseguró Betty, muy confiada.

Verónica miró su celular por un momento para mirar el tiempo y luego miró a Betty. —Ahora. Míralas—

Betty, muy confiada, miró ambas pruebas de embarazo en su mano y se encogió de hombros. —Te lo dije V— Se puso de pie y dejó ambas pruebas sobre el lavamanos. —Están negativas. Te dije que era imposible que yo estuviera embarazada. El estrés acabará conmigo—

Verónica se encogió de hombros. —Bueno... por ahora el único bebé será el mío, mi niña— Dijo y se acarició el vientre con una sonrisa. —Descuida. Yo tiraré esas pruebas—

Betty asintió mientras se apoyaba sobre la puerta del baño, soltando un profundo suspiro de alivio y a la vez cansancio.

Verónica fue a tomar las pruebas de embarazo para tirarlas, pero lo que vio la dejó helada. —Betty...

—¿Que?— Respondió, mirándola.

—Tienes que ver esto, pero por favor mantente calmada y no pierdas la cabeza— Le pidió Verónica, sin quitar su mirada de las pruebas de embarazo.

Betty se acercó a ella, aún muy confiada, pero cuando vio lo que Verónica también estaba mirando, su corazón empezó a golpear fuerte contra su pecho y su respiración se alteró, negando con la cabeza.

—Betty, cálmate— Le pidió Verónica, tomando el rostro de su amiga entre sus manos. —Mírame, mírame. Respira conmigo Betty. Respira—

Ella no podía creer lo que estaba mirando. Las dos pruebas de embarazo dieron positivas, y eso la estaba llenando del mismo miedo que tuvo cuando se enteró del primer embarazo.

—Creo que fue un fallo de cálculos en el tiempo, pero está bien, Betty. Estas bien— Aseguró Verónica, sonriéndole. —Betty, escúchame—

—No... no— Negó la rubia, con las lágrimas bajando por sus mejillas y negando con la cabeza. —¡No! ¡No!— Gritó, dejándose caer al piso, llorando.

—Betty, no hagas eso Betty. Mírame— Le pidió Verónica, sentándose a su lado y abrazándola.

🥺🥺 Omg... ¿Y ahora?

Samy ❤️