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Lo traje de inmediato a emergencias y el diagnóstico que nos dieron no fue nada grato. Al parecer, todo estaba marchando bien, pero algo detono desde hace poco que provocó que nuevamente fuera decayendo.

Vi mi celular, indicaban las 5:15 a.m. en un 19 de agosto del 2018 y las cosas están empeorando cada vez.

Su semblante mostraba el agotamiento que sentía, sobre todo por el vómito, además, también se puede notar su gran angustia tras haber escuchado el diagnóstico. Mientras tanto yo estoy muy temeroso por su situación y no voy a mentir, también me preocupa la parte económica porque va a requerir mayores atenciones.













Volvimos ya a casa, ninguno de nosotros dos dijo algo durante el camino, como era de esperarse.

Él subió directamente hacia la habitación, lo único que hice fue sentarme en el sofá dando un gran suspiro. Estoy en un momento de mucha angustia y estoy considerando dos planes: el plan A, buscar un segundo trabajo. El plan B, buscar otro trabajo con mejor paga y renunciar a este.

Mi alarma en el celular sonó, ya es hora de prepárame para irme al trabajo.

Primero me fui a la cocina para dejarle preparado el desayuno de hoy y que Amy únicamente lo cuidé durante mi ausencia.

Al terminar con mi primera labor, subí a la habitación y él estaba acostado totalmente cobijado y mirando a través de su celular. No dije nada, solo me dirigí por mis cosas y era todo, sin embargo, esta vez me estaba resultando un tanto incómodo el hecho de no hablarnos.



– ¿Azul? – lo llamé, es mejor dejar a un lado mi orgullo a pesar de no tener respuesta de su parte – Ya me voy. Vuelvo en la noche, te amo.

– Que te vaya bien. – respondió sin más.



Suspiré hondo y salí de la habitación.



















No logré mantener mi mente lejos de lo sucedido, a pesar de estar ya trabajando me era totalmente imposible y a la vez me generaba algo de ansiedad que tenía que recurrir al cigarro. De camino a la entrega de los pedidos, tuve que pasar primero a la tienda para comprar otras tres cajetillas.

Silver solo sabía que fuimos al hospital, no quise hablar sobre la discusión que tuvimos a noche, nunca me ha parecido correcto hablar de esa parte con los demás por muy amigos que sean, ¿Saben?



– ¿Seguro que es buena idea que no estés con él? – preguntaba mi compañero mientras yo conducía y fumaba – Sé que están al cuidado de él, pero ¿No era buena idea que te quedaras? – me miró.

– No me iban a dar el día si aviso apenas en la mañana. – respondí – Tranquilo, estaré con él para la noche y justo mañana es nuestro descanso.

– Si, tienes eso a tu favor. – comentó animado – Otra cosa, ¿No quieres que planifiquemos algo para dejar tu adicción al cigarro, Shadow? Compraste tres cajetillas y ya estas por terminarte una.

– ¿Y con qué crees que pueda remplazarlos?

– Mmm... Podemos comprar chicles. – sugería – Mi papá solía masticar chicles al manejar.

– Lo voy a intentar.

– Sabes que no lo harás. – decía algo serio.



Tan solo sonreí ligeramente, claramente no iba a cambiar mis cigarros por chicles.

Estacioné la camioneta a fuera de un domicilió y Silver se bajó para buscar el paquete en la parte trasera de la camioneta y entregarlo. Me recosté un poco en el asiento y cerré mis ojos mientras llevaba mi mano hacia mi cabeza.

Nada más importa que nosotros ~ ShadonicWhere stories live. Discover now