Wisdom & Wit

Capítulo 36

Recuperó completamente la conciencia casi tres días después de que fuera puesto bajo el cuidado de Madam Pomfrey. Todavía estaba bastante cansado y se habría vuelto a dormir si no hubiera oído voces que venían más allá de la cortina que rodeaba su cama.

"Creo que el niño seguramente debe estar lo suficientemente bien como para responder algunas preguntas". La voz del director se transmitió. "Ha estado descansando durante casi tres días".

"Se ha estado recuperando durante tres días, Albus". Madam Pomfrey corrigió. "Se estará recuperando hasta que lo considere lo suficientemente bien como para dejar mi Enfermería por sus propios medios".

"Sólo deseo-"

"Solo deseo que el pobre muchacho tenga la oportunidad de sanar. Ahora debo pedirte que te vayas, Albus." Su tono puso fin claramente a los intentos posteriores del director de hablar con Harry. Escuchó mientras los pasos del hombre se hacían más silenciosos mientras salía de la enfermería.

El sonido de la cortina al correrse alertó a Harry de que Madam Pomfrey venía a ver cómo estaba.

"Sospechaba que estaba despierto, Sr. Potter". Ella le dio una pequeña sonrisa. " ¿Cómo te sientes?"

"Dolor, sobre todo". admitió Harry, muy consciente de que tratar de negar cualquier cosa inmediatamente lo pondría en el lado equivocado con la Bruja Médica. Levantó los brazos, recordando vagamente que se quemaron durante la pelea con Quire-Voldemort. Miró con asombro ya que ninguno de sus brazos estaba rojo o manchado. Se aseguró de agradecer a la mujer, mientras movía su varita sobre su cuerpo, haciéndole algunas pruebas.

"Oh, ese no fui yo". Ella frunció los labios, claramente molesta consigo misma, se dio cuenta Harry. "Fue principalmente gracias a tu amigo allí". Ella señaló por encima de su reposacabezas. Harry miró hacia arriba, sorprendido de ver un pájaro naranja y rojo bastante pequeño.

"¿Fawkes?" preguntó Harry, inseguro al recordar que el fénix del Director era un poco más grande. El fénix respondió con unos cuantos chasquidos de su pico, antes de bajar arrastrando los pies para aterrizar en el hombro del niño, inflando su pecho y dándole a Harry una mirada implorante. Habiendo recibido esa mirada de un Occamy bastante insistente, Harry supo instantáneamente lo que se le estaba pidiendo y se acercó para acariciar al fénix que dejó escapar un dulce trino.

"¿Dónde está Sa-?" Harry se detuvo, recordando que aunque los profesores sabían que era el familiar de una serpiente, no estaba seguro de que Madam Pomfrey lo supiera.

Aparentemente lo estaba cuando le dio al niño una mirada de complicidad antes de quitar otro panel de cortinas, revelando el terrario de Sands. El terrario contenía tanto a Saffron bastante furiosa como a un pequeño bulto escondido en la esquina lo más lejos posible de ella, que Harry reconoció que era el mismo Sands.

Saffron, que estaba ocupada balanceando gran parte de su cuerpo en el aire, notó de inmediato a Harry y comenzó a sisear. O al menos Harry pensó que estaba siseando cuando vio que su garganta y su boca se movían.

"¿Por qué no puedo oírla sisear?" preguntó Harry, preocupado de que ella no se encontrara bien.

"Correcto." Madam Pomfrey murmuró, agitando su varita sobre la vitrina. Inmediatamente, su fuerte siseo enojado llenó la habitación. "Solo podía manejar una parte de eso".

" ~¡Harry! ¡Dígale a esta señora que me deje salir! ¡Cómo se atreve a atraparme aquí con Sands! ~" Miró a Madam Pomfrey.

"¿Pueden salir?" Preguntó, poniendo su cara más inocente que usualmente funcionaba con Sev.

Pronto quedó claro que la Bruja Médica estaba hecha de un material más duro, ya que permaneció impasible en su decisión de mantenerlos en el terrario. "Dibujo la línea en algún lugar entre los fénix y las serpientes venenosas". Ella negó con la cabeza, murmurando que esa nunca había sido una línea que tuviera que dibujar antes.