Wisdom & Wit

Capítulo 20

Blaise le había servido diligentemente a Harry su dosis de calmante incluso antes de que subieran al Expreso de Hogwarts. La profesora McGonagall tenía razón, y con una copia de la carta de su tía en manos de los cuatro directores de casas, incluso cuando la copia del director había "desaparecido", el director no tenía forma razonable de evitar que Harry subiera al tren. No impidió que el poderoso mago siguiera a sus alumnos hasta el rellano en Hogsmeade, a lo que varios estudiantes de último año murmuraron sobre la rareza de eso. Tampoco pareció impedir que el hombre le diera a Harry su mirada de 'abuelo más decepcionado'. Harry respondió con una sonrisa gigante y subió al tren antes de que pudiera presionar su suerte aún más. Ciertamente no se perdió la risa mal disimulada del profesor Flitwick, quien también había hecho el viaje para desearles a sus alumnos Feliz Yule o Feliz Navidad.

Sin embargo, no pasó mucho tiempo antes de que su ansiedad quemara la poción en su sistema, y ​​Blaise se mostró reacio a darle otra dosis, alegando que necesitaba esperar al menos tres horas antes de las dosis. Neville, que había dejado a sus compañeros Puff, se unió a Harry Theo y Blaise en su propio compartimento. Saffron se había envuelto alrededor del cuello de Harry, con la cola colgando un poco. Había crecido unos tres centímetros más desde que llegó a Hogwarts y estaba ferozmente orgullosa de ello. Los otros chicos no hablaban de nada en absoluto, solo decían cualquier cosa y hablaban cualquier cosa. Esto se debió principalmente a que Harry le había dicho una vez a Neville de pasada, cómo la tranquilidad empeoraba su ansiedad cuando estaba teniendo un episodio y Theo le había tomado la mano y le daba un suave apretón de vez en cuando. Un hábito que Theo adquirió después de notar que un simple toque ayudaría a Harry a castigarlo.

Lo último que ayudaba a mantener a Harry relajado, incluso cuando la ansiedad amenazaba su fea cabeza, era el pesado brazalete de cadena de metal en su muñeca derecha. Resonaba con la magia de Sev, y Harry no pudo evitar pensar en que era el mejor regalo que había recibido jamás.

***Escena retrospectiva***

"Tengo algo para ti." Sev metió la mano en el cajón de su escritorio y sacó una pequeña caja. Pareció vacilar antes de entregárselo a un confundido Harry.

"¿Me trajiste un regalo? Pero todavía no es Yule."

"Sí, es un regalo, pero no, no es para Yule. He acumulado bastantes otros regalos para ti durante Yule." Su respuesta hizo que las mejillas de Harry se pusieran rojas. No estaba acostumbrado a recibir regalos, y mucho menos a hablar de ellos. "Quizás podría afirmar que esto es más una característica de seguridad que un regalo. Abrelo."

Harry asintió, un poco distraído por el brillante papel azul y plateado, feliz por el suave guiño a los colores de su Casa. Lentamente desenvolvió la caja y dudó un momento antes de abrir la caja. Un sencillo brazalete plateado descansaba sobre un suave material aterciopelado azul. Harry no pudo evitar mirar a Sev confundido.

"Sí, es un brazalete, y sí, me doy cuenta de que no eres una niña". No tuvo que leer la mente del chico para saber lo que estaba pensando. "La joyería no está restringida por género en el Mundo Mágico. Sin duda habrás notado los muchos anillos que usa el director, o cuántos de los niños mayores tienen perforaciones en las orejas o algún tipo de collar. Los metales y las piedras preciosas tienen la maravillosa capacidad de almacenar magia en su interior. La mayoría contiene algún tipo de magia protectora, ya sea de hechizos dañinos, veneno o incluso de legimencers." Reclamó el brazalete de su lugar de calificación y le hizo señas a Harry para que extendiera su brazo, con el muchacho complacido. "Ahora descubro que esos encantos son satisfactorios para la mayoría, pero no lo suficiente para ti". Lo enlazó alrededor de la muñeca de Harry antes de continuar. "También he añadido algunas de mis propias defensas. Hay un rastreador simple, y no me da ese conocimiento de su ubicación en todo momento. Estoy más que contento de creer que estás donde deberías estar sin que yo tenga que comprobarlo. Funciona en conjunto con las principales propiedades de los amuletos que he colocado. Me he tomado la libertad de empapar el brazalete en una poción diseñada por mí, que contiene una gota de mi sangre. Esta poción hace varias cosas a la vez. Su propiedad principal es señalarme cuando estás en problemas."