II. Un Ex normal

102 15 3
                                    

Dos pasos adelante, cuatro hacía atrás

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Dos pasos adelante, cuatro hacía atrás. Cerca de él daba dos pasos adelante frente a su esposa pero sentía la necesidad de devolver sus pasos hacía él y envolverse en su figura.

Se sentía extraño, caliente y mareado. Suponía y era por el alcohol. Observaba la nuca de Seokjin desde la cocina, clavaba sus ojos en él para que lo sintiera y viniera a buscarlo.

¿Qué mierda te pasa, Yoongi?  Pensó.

La ropa empezaba a sentirse apretada, agobiante. El ambiente cálido lo estaba sofocando pero sentía que si pasaba un minuto más cerca de su Ex, quebraría su promesa. Tronó sus dedos, tomó unas copas más de vino y suspiró. Unos tacones resonaron.

—Vida mía, voy a dejar a Namjoon y a Jungkook en sus casas— Dijo Soolhyun sonriéndole dulcemente. Namjoon asintió, observándola por detrás y Jungkook se cruzó de brazos sonriendo de lado.

Si quieren cojérsela, tan sólo háganlo. Pensó su lado ebrio. Negó.

—Si, amor—Masajeó su ceño y en un respingo, asintió. —Te espero aquí.

Espera, ¿no dijo Seokjin? Ojeó al mayor y este sonrió tímido.

—Jinnie me dijo que pidió un Uber— Comenzó a caminar hacía la sala pero antes de desaparecer, dijo. —Hazle compañía hasta que se retire, se un buen anfitrión.

Y así se fue.

El silencio le carcomía la columna, sentía la mirada del castaño sobre su nuca pero por nada del mundo iba a soltar la primera palabra. No sabía si llamarle orgullo o rencor. Sus manos sudaban, la copa se escapaba de su mano, el aire se sentía pesado y parecía ser que el tiempo también.

—No pedí ningún Uber.

Yoongi levantó la cabeza, encontrándose con sus ojos oscuros.

—¿Qu–

Seokjin lo arrimó hacía su pecho, tomó la copa de su mano dejándola sobre la mesa de mármol y unió sus labios sin titubear, recorriendo aquel terreno tan anhelado, lleno de flores danzantes cómo espinas que lograban hacerlo gemir levemente de dolor. Yoongi estaba estático en su lugar pero se dejaba hacer por el mayor. Un beso tan sensual que le había quitado el aire de un momento para el otro del parte del hombre más caliente que había conocido en su vida.

Besó sus clavículas, llevó sus manos más abajo de su espalda y masajeo sus carnes a su antojo. Yoongi simplemente trataba de mantenerse lo suficientemente cuerdo para no despertar a los niños.

Los niños.

—Espera, basta, ¡Para!— Seokjin se alejó. El pelinegro acomodó sus ropas y suspiró mientras reía enojado consigo mismo. —No puedo hacer esto, dijimos que no haríamos nada de esto nunca más, Seokjin. Somos adultos.

Seokjin aclaró su garganta.

—Supuse que ibas a corresponderlo por cómo me miraste toda la noche desde que llegue— Confesó.

SINNER | JinsuWhere stories live. Discover now