Capitulo 20

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Omnisciente.

Lauren entraba a su habitación secundaria sacándose la ropa para ponerse una camiseta larga y unos shorts de algodón delgado, si hubiera estado sola no dormiría con nada más que sus bragas, pero como estaba Matteo y Camila debía hacerlo con una especie de pijama, cosa que no le agradaba lo suficiente pero debía ser respetuosa en especial con el Niño.

Abrió las tapas, extrañando la cercanía de la morena una vez más, a pesar de que estabas a unos metros de ella en el fondo sentía que estaba lejos de ella, todo por no poder tenerla entre sus brazos, dormir a su lado durante toda la noche, despertar a su lado y mirarla como una idiota. Entendía la situación que estaban viviendo y que más ahora debían ser cuidadosas, respetar los tiempos cuando las cosas no solo se trataba de sus impulsos, sino que había un tercero muy importante entre ellas que era Matteo.

Pero la necesitaba como nunca, su voz cerca de su oído, sus caricias hasta dormirse, perderse entre sus brazos, el calor de su cuerpo unido al de ella, acariciandose lentamente hasta caer profundamente dormidas las dos juntas, la extrañaba demasiado y eso se hacía terrible cuando estuvo ochos años sin ella.

Extrañaba a la mujer de su vida.

Vio a través de la puerta semi abierta como Camila salía de la habitación principal, bajando las escaleras suavemente con su pijama puesto, espero a que la mujer subiera otra vez para tomarla suavemente de la mano, viendo la cara de confusión pero al mismo tiempo la leve sonrisa en la morena.

-¿Que necesitabas?.- cuestionó Lauren metiéndola a su habitación.

-Un poco de agua, tenía la garganta seca.- le confiesa.

-Yo pensé que estabas buscando una excusa para cambiarte de cama.- murmuró, tomando su mandíbula para mirar sus labios un segundo.

-Te gustaría, pero no.- Camila deslizó su dedo por sus labios.

Sabiendo que el ir a buscar agua efectivamente había sido una excusa solo para poder ver a Lauren de nuevo, porque ambas sentían la misma necesidad de estar cerca todo el tiempo, más cuando estaban bajo el mismo techo. Nunca habían podido mantenerse lejos de la otra, porque sus cuerpos eran imanes el uno al otro, en especial cuando sabían que no debían hacerlo, era imposible estar lejos de la otra.

-Eres mala, siempre lo has sido.-

Camila sonrió divertida.

Lauren la agarró de la cintura apoyándola contra la puerta ahora cerrada, para acercar su rostro al de la morena, rozando sus narices, sintiendo la respiración cerca de la otra. A pesar de tener todo pendiente entre ellas, las ganas eran más grande que cualquier otra cosa que pudieran sentir en esos momentos.

-Te encanta que sea así contigo.- murmuro cerrando los ojos por un segundo.

Sintiendo los besos de Lauren deslizarse por su mejilla llegando a su cuello, dejando su tacto de manera suave, era tan débil cuando de Lauren se trataba, solo dejó que su boca hiciera estragos en esa zona de su cuerpo, para volver a subir, mirándola otra vez a sus ojos.

-Te extraño mucho.- confesó Lauren. -No sabes lo difícil que es estar sin ti.-

-Lo se, porque para mí es difícil estar sin ti.-

Lauren la sujetó con una mano de la nuca, con otra en su cintura, para acercar su boca a sus labios, sintiendo el roce entre ellos, fue Camila quien dio el siguiente paso acercándose más a la boca de la abogada para besarla suavemente, subiendo su mano hasta su cabello sintiendo como el beso subía de tono entre ellas cuando sus lenguas se encontraron.

Las manos de Lauren bajaron completamente, llevándola al trasero de su ex, para alzarla levemente, sintiendo el deseo aumentar, aunque quería todo de Camila en esos momentos, aunque su cuerpo, sus deseos le decían que fueran más allá porque ambas lo quería. Lauren no pudo, declinando suavemente el beso, sintiendo el sonido de sus labios apaciguarse entre ellas en esos momentos.

El pasar del tiempo Where stories live. Discover now