The ghost

EPÍLOGO

El sonido del reloj parecía coordinarse con los latidos de su corazón, el experimentado psicólogo, Zhang Yixing, entró por la puerta y se sentó frente a Yeol, quedando separados por una mesa, Chanyeol le sonrió al verlo, llevaba el uniforme de reo, tenía las manos esposadas y llevaba el cabello revuelto. Se miraba muy relajado en la silla de metal frío.

-Hola, soy Zhang Yixing, soy la persona que va a tratarte-

-Ya les dije a todos los idiotas de afuera que no estoy loco ni necesito ayuda-

-Pero debes hablar con alguien de todos modos ¿No?- Chanyeol rodó los ojos -¿Cómo te describirías?- preguntó Yixing acomodándose la bata y abriendo su libreta.

-¿Describirme?- sonrió mostrando su hoyuelo.

-Bueno, además de lo básico, Park Chanyeol, treinta y cinco años, médico forense, criminólogo... ¿Qué más quieres agregar a la lista?- Chanyeol pensó en eso, seguro que existían un centenar de adjetivos que encajarían, por ejemplo; infernalmente guapo, completamente loco, brillante, pero lo que decía Yixing era una buena introducción.

-Soy coreano- dijo burlándose. -¿Qué quiere saber?-

-Qué te trajo aquí-

-Una patrulla- Yixing comenzó a hacer anotaciones -Ya enserio, no es como si no lo supieras-

-Lo sé muy bien, pero quiero saber algo más allá de eso. Está bien, solo dime, ¿Qué entre tú y el chico que fue sentenciado contigo a cadena perpetua?-

-¿Mi Baek? Es mi prometido-

-Entiendo, lleva una terapia también conmigo, ¿se llevan bien?-

-Claro- Yixing suspiró. -Creo que deberíamos tomar la terapia juntos, después de todo, si estamos aquí es porque es un idiota que se dejó atrapar, estaría afuera si no fuera tan tonto- Yixing lo ignoró completamente.

-¿Quién es realmente Park Chanyeol? Desde tu punto de vista-

-¿Park Chanyeol?- volvió a sonreír -El mejor asesino que Corea ha tenido-

-¿Estás arrepentido?-

-No, en realidad no, fue divertido- Chanyeol se inclinó sobre la mesa, sonriendo como un verdadero psicópata -Pero creo que ahora estoy entendiendo mi apodo, "Ghost" me siento como un fantasma, errante, pasajero, quizás un poco libre, BaekHyun me puso ese apodo. Ya ha pasado tanto tiempo y aún no sé qué sentir, los recuerdos que tengo siguen apareciendo por momentos. Por más que no quiera recordarlos, son constantes en mí día a día. No sé si alguna vez llegaré a superarlo... pero hasta entonces, seré su fantasma. Me apareceré en todos los lugares. Lo veré mientras camina por la playa. Lo veré mientras escribo por las noches. Lo encontraré en mi otra vida, echado a mi lado viéndome a los ojos. Se aparecerá en cada momento de mi rutina. Esta es la maldición que me tocó vivir. Uno de nosotros tenía que cargar con esta pena. Quería que BaekHyun tuviera su vida, quería que continuará siendo feliz... yo, continuaré extrañándolo más por las noches que por las mañanas... seguiré llorándole y sufriéndole. Uno de nosotros tenía que cargar con ese dolor. Lo amo y lo amaré siempre. Seguiré siendo mi fantasma hasta el fin de los tiempos.

Existe una conexión fundamental entre lo que uno parece y lo que uno es. Todos nos contamos una historia sobre nosotros mismos. Siempre. Continuamente. Esa historia es lo que nos convierte en lo que somos. Nos construimos a nosotros mismos a partir de esa historia.