The ghost

OCHO

Esperaba con toda su alma estar alucinando o que fuera un sueño, que BaekHyun lo despertará y él estuviera calmado acuñándolo entre sus brazos para comenzar el día; todo le parecía irreal en ese momento, lo que la computadora decía y el hecho de que estaba escuchando fuerte y claro la risa que daba vueltas en su cabeza desde la primera vez que la escuchó y era asquerosa.

-Debo admitir que gracias a ti, la estación mejoró mucho, por eso comencé a perdonarte los asesinatos y cerré el caso, pero has vuelto a matar y es una pena porque yo no quería que tuvieras un final tan rápido y triste, mi interesante y predecible Ghost-

-No sé de qué hablas- contestó tragando saliva, mirándolo, estaba recargado en el marco de la puerta, con esa asquerosa sonrisa, manteniendo los brazos cruzados y un set de hojas engrapadas entre ellos.

-Por personas como tú, es por lo que decidí ser policía cuando tenía diez años, no lo veo como malas personas y mucho menos los desprecio, al contrario, los admiro con todo mi ser. Son las mentes más preciosas que existen en el mundo, los seres más podridos y excéntricos que se pueden encontrar, nunca sabemos cuál es su siguiente movimiento aunque nos esforcemos en pensar como ustedes, no les llegamos a los talones- con cada palabra se acercaba más a Chanyeol, el cual estaba cada vez más confundido y halagado por aquellas palabras.

-Te repito, no sé de qué hablas- dio unos pasos atrás, alejándose del asqueroso ser que lo había descubierto.

- No hace falta que finjas conmigo, en fin, ¿sabes lo que me gusto más de ti? Cuando notaste que Kang Seung era una persona débil y te aprovechaste de eso, ¿sabes algo? Honestamente, cuando JongIn me habló de sus sospechas sobre ti, me negaba totalmente a creerle e inconscientemente te ayude para que te salvarás admitiendo que había sido aquel hombre, hasta que te vi, con BaekHyun, cada gesto y rasgo fino, lo delgadas que eran todas, el color de ojos de muchas de las victimas e incluso ese cabello castaño, eran bastante parecidos al chiquillo con el que te reías ¿Te costó mucho conseguirlo? ¿Te obsesionaste tanto con él que decidiste desquitarte con alguien que si te ponía atención?- su tono de burla se hizo más evidente con cada palabra -Y por último, la pregunta que me ha dado vueltas desde que mandé a que te siguieran con BaekHyun ¿Por qué tardaste tanto en descubrir que te engañaba frente a tus narices? Es divertido, porque el día que entro a hacer prácticas, me contó sobre Oh SeHun ¿Lo dejaste de satisfacer cuando dejaste de matar?-

-¡Ya cállate!- Chanyeol tomó del cuello a la chica, a Nayeon, azotando su cabeza contra la pared.

-¿Me atacas en el único lugar sin cámaras? ¿Crees que puedes seguir fingiendo ante todos que eres el doctor perfecto?- A pesar de tener las manos de Yeol en el cuello, no paro de hablar, ni de retarlo -¿Ves esas hojas? Tienen todo para culparte del asesinato de Oh SeHun, así que coopera para salir de esta-

-No, cállate- el agarre del doctor fue cada vez más fuerte, trato de controlarse pero ya no podía más, eso era todo lo que podía soportar.

-¿Piensas matarme? ¡Hazlo! Hazlo y que todos se den cuenta de que eres tú, tengo mi arma en la cadera, tómala Park Chanyeol- No la mates, no la mates, hablo una voz en su cabeza -¡Hazlo! Déjame ver al fantasma en acción- Dio un profundo respiro y relajó las manos hasta que cayeron a sus costados, recibiendo otra sonrisa asquerosa de la mujer frente a él.

-No vamos entendiendo, ahora, sólo hay un par de cosas que necesito que hagas por mí para que olvide todo-

Era un atardecer un poco frío para ser primavera, hacía un año, no se le hubiera cruzado la idea de que estaría en esa situación, pero no podía lamentarse, solo tenía que acabar con eso e irse a casa. No estaba bien lo que haría en ese momento, pero no es como que alguna vez hubiera hecho lo correcto, y menos recientemente. Como todos sabían, gracias al éxito del caso del fantasma, el equipo era cotizado y respetado en todo Seúl. Pero Nayeon, esa maldita psiquiatra, era lo peor, aun recordaba toda la conversación con ella cuando le preguntó, que clase de mierda quería que hiciera por ella.