UNO

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-La madrugada de este viernes, la policía encontró el cuerpo sin vida de otro joven más cerca del río Wonte al sur de la capital. La víctima fue identificada como un estudiante de psicología de la Universidad Estatal de Medicina de veinti dos años. No hay sospechosos aún pero se estima que...- Otro homicidio, YiFan ya no sabía porque no estaba impresionado, ¿Qué era? ¿La tercera víctima del mes? Aunque parecía no tener un patrón respecto a escena del crimen, ocupación de las víctimas y modo de operación, simplemente había algo que no cuadraba, no podía creer que eran personas diferentes cometiendo homicidios en toda la capital, todas las víctimas tenían algo en común, eran estudiantes, chicos, trabajadores que rondaban en sus veinte años, de tipo pequeño y delgado.

-YiFan- cerró los ojos con molestia cuando la puerta de su estudio se abrió, dejando ver a su esposa en el marco de la puerta con toda la luz del pasillo entrando y arruinando la atmósfera oscura. -Ven a cenar-

-Tráela, estoy viendo algo-

-¿Qué crees que soy? Te dije que vengas a cenar, tu esposa hizo una deliciosa cena para su familia, baja-

-Tiffany, esto es importante, es parte de la investigación en la que estoy trabajando- señaló su computadora pero su esposa solo se cruzó de brazos. -Bien, bien, joder-

YiFan era un oficial de policía que estaba a la mitad de sus cuarenta, jefe de toda la unidad que se dedicaba a investigar los homicidios y demás delitos del tipo sexual. Viviendo en un pequeño pueblo donde apenas y había un par de buenas universidades y hospitales apenas decentes, siempre creyó que tendría una vida tranquila, se había mudado ahí apenas se había casado ya hacía bastantes años, tuvo un único hijo y las cosas parecía que irían mejor que nunca.

Sin embargo, con el paso de los años, se había vuelto un lugar sumamente peligroso para vivir, inseguro por las noches, donde mucha gente cometía delitos por debajo de la vista de la ley y la pequeña estación de policías no era suficiente para abarcar tanto terreno. En los últimos seis meses, había aparecido un asesino en serie.

La primera vez que mató, había sido sumamente torpe, dejo una escena que costó bastante limpiar, un chico de veinte años que trabajaba como bibliotecario. Tenía signos de reciente actividad sexual, lo que quería decir que había estado con alguien de manera consensuada, lo cual quitó la posibilidad de que fuera un demente con problemas sexuales. Bien, YiFan lo investigo pero el chico parecía ser bastante cerrado y no hubo nada más que hacer y el caso se cerró.

Un mes después, apareció otro chico, esta vez un estudiante de arquitectura de veinti cuatro años, a diferencia del primero que fue encontrado en su departamento, este había aparecido en su auto. Las circunstancias fueron las mismas pero de nuevo, no había mucho que hacer con tan pocas pistas y el caso aunque quedó abierto, se fue enfriando.

Un mes y medio más tarde, encontraron una chica de unos veinti dos años, que trabajaba desde hace tiempo como acompañante sexual, pero como esta vez había sido una mujer y no un hombre como las veces anteriores, la investigación tiro hacia otro lado.

Todo se mantuvo en paz unas semanas más, hasta que otra chica apareció muerta dentro de un hotel de paso, de nuevo de unos veinte años. Y ahora venían las tres víctimas del último mes, parecía que cada vez era más violento y se volvía más loco, tenía que capturar a ese bastardo de mierda antes de que hiciera más daño.

No había un patrón al parecer y la policía se estaba volviendo un caos entre señalar nuevos culpables y no dar con ninguna pista. Sin embargo, YiFan estaba seguro de que todo era obra de un solo hombre.

-¿Dónde está BaekHyun?- YiFan miró el reloj colgado en la pared de su comedor, darían pronto las nueve de la noche y su hijo no había llegado.

-Déjalo, está en la flor de su juventud, ¿Por qué vendría a casa temprano?- Tiffany le sirvió la cena dejando el plato de su hijo vacío en el medio de ellos dos.

The ghostOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz