Gift Of a Savior

Mantén la calma

Author Notes

Su servidora a vuelto después de 800 años de retraso... Perdón

Disclaimer: ¡No soy dueño de nada del universo de Transformers! ¡El maldito Grifin volvio.. Y no vino solo!!

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El ambiente se sentía fresco por lo menos, lo suficiente como para que Cody no sintiera problema de toda la ropa que llevaba puesto. Pero una consecuencia de esta frescura que si le molestaba era el viento rozando su rostro, revoloteándole el cabello del pequeño a medida que aceleraba el paso mientras montaba su patineta.

Por poco golpeándose de tope con el señor Harrison quien se estaba volando con su mochila helicóptero como todos los días. Se había detenido para saludar al chico, pero Cody iba tan deprisa que ni lo vio, por suerte logro esquivarlo al último momento.

Siendo una de las pocas veces en la que ha estado apresurado, con la adrenalina del momento lo único que mantenía su cansado cuerpo en pie, no era un sentimiento agradable... Estando solo, además, casi sentía arrepentimiento al seguir checando la hora en su teléfono por cada vuelta que daba por las calles.

Finalmente, después de lo que parecían horas, Cody vio el edificio de la escuela, si bien veía borrosa por su propio sudor era fácil de reconocerlo.

Disminuyendo la velocidad, se detuvo en la entrada del edificio para acomodarse la ropa, asegurándose tanto que su gorro de lana rojo brillante se encontrara a la par de sus orejas, como acomodarse los guantes que tomo del cuarto de su hermana mayor. Tendrá que recordarse para devolvérselos más tarde.

Al mismo tiempo que terminaba de ajustarse la chaqueta, el reconocible sonido de llantas derrapando en la acera se podía escuchar a su espalda. Turnando su cuerpo por curiosidad dio un salto del susto al ver una limusina color negro aproximarse a una cuestionable velocidad, deteniéndose solo para estacionarse de forma abrupta.

Retrocediendo unos pasos atrás para recoger su patineta voladora del suelo, escucho una de las puertas del vehículo abrirse y cerrarse con enfado. Al levantar la cabeza se topo con Priscilla Pynch, quien no había visto desde hace dos meses.

Pero por supuesto, solo había dos personas en toda la isla que podían tener tal carruaje, se decía Cody en la cabeza. Y una actitud así también...

Pero a pesar del tiempo en que no la había visto, el joven Burns sentía algo diferente en ella ¿Tal vez era por cómo se vestía?

Llevaba puesto una gabardina morada que le llegaba a las rodillas, con botas violetas adornadas y lo que parecían calcetas o mayas de color oscuro. Además de un pañuelo enrollado en su cuello que también era morado, pero con un tono más claro. Llevando en la espalda una bolsa blanca con bolsillos en forma de corazones.

Lo único no morado era la boina de lana rosada que siempre llevaba puesta, era la única prenda que reconocía de ella. Aun así, lo que llevaba puesto no era un look casual...Ni siquiera para ella.

Al momento de tomar una postura más recta la chica se dio cuenta de su presencia; dándose la vuelta para verlo, inspecciono con una mirada juzgadora la apariencia del joven, dejando salir una leve carcajada al terminar de verlo.

Tenía que admitirlo, aunque no fuera su vestimenta casual, ella seguía viéndose diez veces mejor a comparación de él.

-No te veía desde hace meses- respondió en voz baja aun acomodándose el gorro no queriendo que su nerviosismo activara alguna transformación -¿Nuevo look? - termino preguntando algo curioso por el cambio de apariencia.

-Te debería preguntar lo mismo- contesto Priscilla poniendo una mano en su cadera-¿Acaso mientras estaba de viaje el alcalde creo una ley que prohíbe vestirse bien? ¿O acaso invento el día de vestirse mal? - pese a lo tonto que sonaban esas preguntas, Cody fácilmente podía ver eso pasar algún día. Con solo imaginar eso provoco que tuviera que tapar su boca para no dejar escapar una risa, impidiéndole responder a los comentarios de la niña de pelo oscuro.