𝟬𝟬𝟵. the royal wedding

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★☆★☆ 𝖥𝖮𝖱 𝖳𝖧𝖤 𝖳𝖧𝖱𝖮𝖭𝖤
𝘄𝗿𝗶𝘁𝘁𝗲𝗻 𝗯𝘆 𝒓𝒆𝒏𝒂𝒕𝒂 ↯ ೃ₊ ꒰🍃꒱

CHAPTER NINE




Cientos de nobles habían invadido la capital durante las últimas lunas, con el único propósito de presenciar la tan esperada boda real y los acontecimientos siguientes en honor a su celebración, tales como los torneos y festines. Desde los Greyjoy hasta los Arryn, realizaban viajes de semanas para llegar y presentar sus respetos. Los hombres hacían el viaje deseosos de comprobar lo que se decía, ver por si mismos la inigualable belleza de Aleanna Tyrell, la rosa de oro, la novia del dragón; los bardos comenzaban a incluirla en sus melodías y también los borrachos en sus acostumbradas oraciones vulgares. Jamie Lannister no toleraba que su nombre fuera pronunciado por los ebrios, los hacía callar, dominado por un sentimiento extraño que no comprendía.

La mañana de la ceremonia Aleanna llevó a cabo su misma rutina mañanera: la bañaron las doncellas con pétalos de rosa, perfumaron con las más exquisitas esencias y aceites de Dorne, y la vistieron con un sofisticado vestido color melocotón de mangas sueltas de tres cuartos y elaborado tejido al centro, el azul de las flores provenía de cientos de zafiros, con sus pechos sobresaliendo al ajustado corpiño, de falda no tan voluminosa y sus bucles sueltos con un tocado blanco de diamantes propio de una novia. Su madre estuvo a su lado hasta que Rhaegar llegó por ella.

—Mi señora— se inclinó casi con veneración al mirarla, era una imagen tan pura y resplandeciente. Él iba vestido con ropa de terciopelo negro con ribetes carmesí y una deslumbrante capa de hilo de oro con amplio cuello. En el pecho de la túnica se veía el imponente dragón tricefalo de su casa. Y una corona de rubíes sobre los cabellos plateados.

Aleanna le sonrió fielmente y en un arrebato se echó a sus brazos, él la acogió y le besó pasionalmente las rosadas mejillas, con el pecho palpitante.

Después de las muestras de afecto y algunas palabras cariñosas se dirigieron al salón de baile del rey, donde se celebraría un reservado desayuno para los Targaryen y los Tyrell, algunos Lannister y para un centenar de caballeros y señores menores. Debieron saludar a cada uno de los presentes. Los novios repitieron múltiples veces: «Gracias por venir. Se lo agradezco. Muchas gracias. Por supuesto». Aleanna tuvo oportunidad de conocer a nobles de todas las regiones, y más importante, recibir innumerables elogios. El único que faltaba entre los invitados era Jaime Lannister, a pesar de que si estaba su padre y hermana, quienes no lucían muy contentos.

—Te casas— evidenció Oberyn Martell tomándola por sorpresa. Ella se giró sobrecogida y agradeció que Rhaegar estuviera ocupado.

—Eso está claro, príncipe Oberyn— dijo con formalidad, como si no hubiera compartido con él ciertos momentos íntimos.

—¿Me seguirás queriendo?— él insistió en su misión, sin bajar el tono de voz, despreocupado.

Aleanna se escandalizó y le instó a que se callara.

—¡No tiene descaro!— le reprochó en un murmuro.

—Tranquila, preciosa— musitó con un brillo juguetón y sonrisa gatuna. —Siempre me vas a querer. Yo represento todos los pecados que no has tenido el coraje de cometer.

Más adelante en su vida Aleanna recordaría sus palabras y confirmaría lo que en ese momento pensaba era un disparate del atrevido hombre. Ambos se reirían de ello.

—... Y mi hija, Lady Lyanna Stark— Rickard Stark concluyó las presentaciones con un tono y ademán ceremonioso, apuntando a una joven delgada de piel pálida y largo cabello oscuro, con los rasgos típicos de los Stark: una belleza salvaje; llevaba un vestido sencillo, de color azul grisáceo, ligero y poco femenino, sin más joyas que unos viejos pendientes de plata.

𝑭𝑶𝑹 𝑻𝑯𝑬 𝑻𝑯𝑹𝑶𝑵𝑬 ▶︎ 𝐆𝐎𝐓 𝐅𝐀𝐍𝐅𝐈𝐂Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora