然 𓏲 ⁜ ( 𝓕𝐎𝐑 𝓣𝐇𝐄 𝓣𝐇𝐑𝐎𝐍𝐄 ) ༞ ⍣ 𓄼∴
⇰ ❝ A distant army was marching through the night and the day. I swore an oath and with my life i would pay, spare my blood and i can hold my breath for another day, but it was...
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CHAPTER TREE
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La mañana marchaba de maravilla, con un sol brillante y una brisa veraniega recorriendo las paredes. Aleanna había despertado temprano con la intención de tener un día ocupado, después de varias lunas de sólo conversar con su madre y conocer a un par de nobles —entre ellos a miembros del Consejo Real. Su plan era aprovechar el agradable día y dar un recorrido por el pueblo, una idea que no la animaba demasiado conociendo lo que se decía de él. Una vez que estuvo preparada, con un sutil collar de zafiros y un liviano vestido azulado que dejaba al descubierto su pecho y la mayor parte de los brazos, se reunió con su madre en los jardines vastos de flores. Allí en los espacios más alejados donde difícilmente otros oídos pudieran estar escuchando.
—Me temo que no podré acompañarte en tu recorrido por el pueblo, debo encargarme de un par de espinas— decía Olenna mientras caminaba con elegancia del brazo de su hija.
—No se preocupe, madre, estaré bien. La gente me adorará— respondió con una sonrisa complaciente.
—Estoy segura. Te diré algo, es más fácil agradarle al pueblo que a los nobles. Las personas deben conocerte, sonríe y reparte un par de monedas, haz eso y serás una gran reina, además así podremos evitar que claven nuestras cabezas en una pica.
—Lo haré— la mirada de Olenna se dirigió a las rosas doradas que estaban sembradas allí, bellas pero aún así diferentes a las de su hogar donde crecían relucientes y bien arraigadas a la tierra.
—Mira eso, ni siquiera las rosas pueden compararse a las de Altojardín— bramó, haciendo que Alenna soltara una risilla dándole la razón. —Pero no importa, después de todo este será tu hogar y tendré que venir mas seguido.
Caminaron entre los extensos caminos de flores hasta la Fortaleza Roja, donde una mesa preparada con todo tipo de manjares las esperaba. Tomaron asiento y almorzaron pan recién hecho con mantequilla, miel, mermelada de zarzamoras, panceta, queso y huevos de ganso, en compañía de una refrescante jarra de té de menta.