Samurai Love Ballad Party en español [Ruta Maeda Toshiie]

Capítulo 9. ¿Puede amarla?

(¿Lord Hideyoshi...?)

Apenas pude escucharle hablar, su voz era muy baja. Pero, incluso a través de mis lágrimas, podía ver la forma en la que nos estaba mirando.

Hideyoshi: ¿Cómo has podido...?

Inuchiyo: ¡Mnph...!

(¿Qué...?)

El puño de Lord Hideyoshi golpeo la mejilla de Inuchiyo, enviándolo directamente contra la pared.

Inuchiyo: ... Me has pillado...

Inuchiyo miro a Lord Hideyoshi, limpiando un hilo de sangre de una esquina de su boca.

Inuchiyo: Así que finalmente te has dado cuenta, ¿huh? Pequeño bastardo asqueroso... ¡Si tan solo no estuvieras aquí...!

(¡Ah...!)

Inuchiyo salto hacia Lord Hideyoshi, cogiéndolo por las solapas del kimono... pero Lord Hideyoshi también lo agarro.

Hideyoshi: ¡¿Y qué pasa si esto es culpa mía, huh?!

Inuchiyo: ¡Todo! Llegas de la nada con tu estúpida pequeña sonrisa y tu cara de estúpido bastardo...

Nobunaga: Silencio.

Dos fuertes golpes de un abanico de hierro, cayeron sobre la parte de atras de sus cabezas, haciendo resaltar la orden de calma.

Hideyoshi: ¡¿...?!

Inuchiyo: ¡¡!!

Ambos se giraron, con los ojos abiertos de par en par, mirando a Lord Nobunaga.

Nobunaga: ... Fuera de mi vista.

Hideyoshi: Pero...

Nobunaga: No me hagas decirlo de nuevo.

Hideyoshi: ¡ ...! Si, Milord.

Lord Hideyoshi, aun agitado, lanzo una última mirada a Inuchiyo. Luego, suspiro pesadamente, girando bruscamente sobre sus talones. Sus hombros aún estaban tensos con la rabia, mientras salía por la puerta.

Nobunaga: ... Toshiie.

Inuchiyo: ¡ ...!

Inuchiyo se puso rígido al escuchar su nombre. Pero Lord Nobunaga, tan tranquilo como siempre, movió su abanico con la muñeca floja.

Nobunaga: Si vas a ser un samurái, es hora de que empieces a comportarte como uno.

Inuchiyo: Yo...

Nobunaga: No. ¿Cuánto tiempo pretendes seguir comportándote como un niño? Si no cambias la forma en la que afrontas los problemas en la vida, te arrepentirás hasta el final de tus días.

Inuchiyo: ...

Pero... Inuchiyo no dijo nada. Simplemente giro con sequedad sobre sus talones... y se fue, dándole la espalda a Lord Nobunaga mientras se iba.

(Ah...)

Lo siguiente que supe... fue sentir el peso de un abrigo sobre mis hombros. Cuando levante la mirada... Lord Nobunaga tenía la mirada fija en mí.

Nobunaga: Estas despedida.

Ran: ¿Huh...?

Nobunaga: Eres demasiado ingenua para sobrevivir entre hombres.

Y de ese modo... Lord Nobunaga también se fue. Un silencio avasallador cayó sobre la habitación... casi como si nada hubiese pasado allí. Casi.

Ran: Ah...