Capítulo 18

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Terry me dio esperanzas, si voy a mi casa podría encontrar la llave de la caja, muero por saber que hay dentro

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Terry me dio esperanzas, si voy a mi casa podría encontrar la llave de la caja, muero por saber que hay dentro. Ya van dos días desde que le pedí llevarme a mi casa y aún no me ha dicho nada sobre el tema.

- ¡Halley! ¿Dónde estás?

- Estoy en la sala.

Terry bajo las escaleras, tenia la llave del auto en la mano.

- ¿Que sucede? - Digo algo asustada.

- Vamos a hacer las compras.

- Okay. - Digo más relajada. -Espera solo me voy a cambiar y a poner los anillos.

- Yo siempre uso mi anillo. - Dice riendo.

Vamos apresúrate así te invito a almorzar luego de hacer las compras.

- Esta bien. - Digo mientras subía las escaleras.

Tome una ducha y me vestí. Terry ya me estaba esperando en el auto, salí de la casa y entre al auto. Terry condujo el auto pero no sabía hacía dónde ir; pasamos mucho tiempo buscando el supermercado, le dije que pidiéramos indicaciones, pero no quiso hasta que al cabo de una hora lo encontramos, Terry estacionó el auto y bajamos, entramos al supermercado y metimos al carrito todo lo que necesitábamos, cuando estábamos haciendo fila para pagar decidí preguntarle a Terry sobre lo que le mencione el otro día.

- ¿Qué hay con los planes de ir a mi casa?

- El detective Gutierrez aun no me ha respondido.

- ¿Qué esta haciendo?

- Sigue investigando la empresa de tu padre, y dijo que antes de que fueras a tu casa debían asegurarse de que fuera seguro para ti.

- Entiendo. - Dije algo decepcionada.

- Lo lamento. Lo llamaré para ver como va todo.

- Gracias.

De repente escuchamos a alguien hablar a nuestras espaldas, nos volteamos para ver quien era, la señora Robinson estaba con alguien más. Nos saludo y nos presento.

- Alice, Mason, ella es Elizabeth Williams. Es nuestra vecina.

- Mucho gusto. Disculpa la pregunta pero... ¿Cuantos años tienes Alice? Pareces muy joven como para estar casada.

- Bueno... tengo 23 años. Mason tiene 28.

- ¿Y tus padres te dejaron casarte con un hombre 5 años mayor que tú? Eres muy joven para estar casada.

- Es que.. Es que yo no tengo padres y Mason y yo ya habíamos tenido una relación de 4 años, hace poco nos casamos.

- Lo lamento tanto. No tenia idea. Su rostro mostraba aflicción.

- No importa, esta bien. - Dije sonriendo.

- ¿Les gustaría acompañarnos a cenar? - Interrumpió Terry y lo mire con cara de desaprobación, no sabia cocinar y el mucho menos.

- Seguro. - Dijo la señora Williams. -
Si no les molesta yo llevare el postre.

- Los esperamos a las 7:00

-Hasta entonces. - Dijo la señora Robinson.

Parece que a la señora Robinson le gusta Terry, no apartaba su mirada de el y no dejaba de sonreirle.

Pagamos y nos dirigimos al auto, metimos todas las cosas y nos fuimos. En el camino le dije a Terry que quería comprar un nuevo celular así que fuimos al centro comercial que encontramos con suerte muy rapido. Fuimos al local mas cercano que vimos y compre mi celular y le coloque mi chip. Lo encendí y comenzaron a entrar varios mensajes, decidí no leerlos. Terry sugirió ir a comer y subimos las escaleras eléctricas, encontramos un restaurante que nos pareció interesante, entramos y nos sentamos. Ordenamos la comida y charlamos un poco.

Saqué mi celular y comencé a leer los mensajes, muchos eran de Alex

Halley, el oficial no deja de seguirme a todos lados, no se como aguantas eso. Si te aburres de el yo podría protegerte.

Avísame si necesitas algo.

No dudes en llamarme si ocurre algo.

Llámame si te sientes triste, te levantare el animo, lo prometo.

Había un mensaje de un numero desconocido.

Halley, lamento la perdida de tu familia, todos en la empresa lamentamos tu perdida, si necesitas algo solo pídelo. Esperamos con ansias que vengas por aquí. Me gustaría saber como te encuentras así que si tienes tiempo llámame.

Le di mi celular a Terry para que leyera el mensaje, le pregunte si conocía el numero pero no lo sabia, llamo al detective Gutierrez mientras nos servían la comida, el detective le dijo que investigaría el numero y que lo llamaría cuando supiera de quien era ese número.

Comenzamos a comer y charlamos un poco, él no dejaba de sonreír, realmente disfrutaba pasar tiempo con él.

- Sabes, me he dado cuenta de como te ve la señora Robinson.

- ¿Como me ve?

- Vamos, ¿Como no te has dado cuenta?

- ¿De que? - Dijo confundido.

- Le gustas.

- Buen chiste Halley, ¡Ella es 15 años mayor!

- Eso no significa que no le gustes Terry.

- ¡Agh! Solo pensar en eso me da escalofríos.

Me reí de el. Tomo mi mano y me vio a los ojos.

- ¿Todo bien?

- Claro. - Dijo quitando su mano de la mía.

- Oye Terry. ¿Alguna vez piensas en tu familia?

- Si, cada día de mi vida.

- ¿Y eso no te pone triste?

- Antes lo hacia, luego comprendí que debemos vivir por los que no pudieron hacerlo, debemos continuar por ellos, ellos querrían que fuéramos felices. No lo crees?

- Si, tienes razón.

- El tiempo cura las heridas Halley, recuerda eso.

- Pues me llevara mucho tiempo sanar mis heridas.

- Yo podría ayudarte con eso, si tu quieres.

- Eso me gustaría. - Digo sonriendo.

Terminamos de comer y nos dirigimos a casa, pronto tendríamos que prepararnos para la visita de los Robinson y de los Williams.

Confía o muere. (1/2) En EdiciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora