Por accidente descubrí la identidad de Chat Noir. Le prometí que no se lo diría a nadie, pero desde entonces él ha tenido un ojo sobre mí todo el tiempo.
¿Será éste el principio de una hermosa amistad? ¿O... De algo más?
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HISTORIA BASADA SÓLO EN...
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Narra ____
Su mano sujetando su cintura, sus ojos llenos de ella. Se ve feliz, pleno... Enamorado.
Le sonríe con ternura y mi pecho duele al ser consciente de que ésa sonrisa ya no me pertenece. Aunque, me pregunto... ¿Alguna vez fue mía?
Ya no estoy segura.
Él le dice algo. Ella ríe. Los miro sin poder decir nada. No puedo alejarme. No puedo cambiar el destino.
Adrien es de ella ahora.
―Te amo, Adrien ―susurra acariciando su rostro. Él peina su cabello con dulzura.
―Y yo te amo más, Marinette...
Pego un salto repentino cuando el despertador suena a todo volumen y por primera vez agradezco que lo hiciera.
Mi corazón late como loco y el dolor que siento no desaparece ni aunque sé que sólo ha sido un sueño.
Un sueño que podría volverse realidad en cualquier momento...
Suelto un suspiro y sacudo con fuerza la cabeza para espabilarme.
¡Olvida éso! ¡Hay cosas que hacer!
Hoy es el festival y estoy muy agradecida, ya que habrá tantas cosas por hacer que no tendré tiempo para pensar en nada.
Bajo corriendo las escaleras y desayuno lo más rápido que puedo. Ander me observa comer bocado tras bocado como si no lo hubiera hecho en días y la mueca de disgusto no se hace esperar.
―¿Estás bien? ―pregunta torciendo los labios.
―¡Por supuesto! ¿Por qué no lo estaría?
―Por que ésa ya es la quinta tostada...
―Tengo hambre, ¿qué tiene éso de raro? Además... ¿Dónde está la abuela? No es habitual que no esté comiendo con nosotros.
Ander suspira y niega.
―Está durmiendo. Dijo que tuvo una mala noche.
―¿Se... Siente mal?
―Oh, no, no. No te preocupes. Sólo es la edad ―dice y la voz de mi abuela se escucha desde arriba.
―¡No te atrevas a repetir éso!
Ambos reímos y me despido después de arreglar todo lo necesario.
¡Hoy será un día grandioso! ¡No te rindas! ¡Sonríe! ¡Tu vida recién empieza!, me digo a mí misma para darme ánimos.
Al llegar, corro hacia Nathaniel apenas lo veo y él me recibe con los brazos abiertos y una gran sonrisa.
