Porque al fin y al cabo, somos dos almas atadas a un mismo futuro en el que estamos juntos.
•Shifting
•Fanfiction del universo mágico de Harry Potter.
•Todos los personajes a excepción de alguno creado y modificado por mi, son creaciones de la autor...
Perdón por los saltitos en el tiempo que hago, pero en verdad son necesarios para llegar al resultado que busco :3
Baile de Navidad
No pensaba ni loca en vestirme como una maldita princesa salida de un cuento de hadas para el baile de Navidad, me negaba rotundamente.
Aunque incluso con mi estilo parecía una maldita princesa, y lo odiaba, mucho.
En conclusión, los vestidos no son lo mio. La gente llegaba a criticarme por mi carencia de feminidad. Solté un suspiro de frustración al pensar eso. La sociedad y sus estúpidos estereotipos podrían irse bien a...
Cualquier pensamiento de rabia se esfumó en cuanto Alexander volteó a verme, estaba en mi cuarto, sí. No era un maldito casamiento así que lo colé para que me ayudara con mi estúpida ropa. Me quedaba bien, no lo niego, el vestido resaltaba mi cuerpo, por mucho que lo odiaba, cuando me miré al espejo estuve satisfecha con el resultado.
—Parece que vas a un entierro —soltó Alexander atando la jodida especie de corset en mi espalda.
Mi abuela me mandó ese vestido, respetando los colores que solía usar, ese simple detalle era muy amable de su parte, porque cositas rositas y lilas no eran lo mio, hice una mueca de asco al pensar eso.
—Cállate, Andy, porque solo harás que mi autoestima baje y no quiera ir al maldito baile.
—¿Siempre hablas tan educadamente? —soltó riendo— Estás preciosa, deja de ser tan ridícula. Solo creo que falta algo de color a todo ese look dark que usas.
—Tu idioma muggle me confunde, ¿sabes?
Solté un suspiro y caminé hacia una de las cajas debajo de mi cama, Sirius me había regalado un collar realmente precioso, supongo que esa podría ser la cereza del postre, o como sea esa ridícula frase muggle.
Recogí el collar delicadamente y se lo extendí a Alexander. Abrió los ojos en asombro.
—¡Eso! ¡Dios, es perfecto!
Se acercó rápidamente a mi, para quitar, también delicadamente, el collar de mis manos y darme una seña con la mano para que me gire.
Corrí mi pelo con cuidado hacia un costado. Lo tenía recogido en una media coleta demasiado delicada para mi gusto, pero los rizos que colgaban en las puntas me hacía ver más bonita.
—Y... Listo —dijo cuando su trabajo con el collar dio por concluido.
—Gracias...
Me fije en el espejo de cuerpo entero, el negro de mi vestido tenía toques grises y pequeños brillos en la parte de la falda, y eso, por muy pequeño detalle que parezca, hacía lucir demasiado bien todo el look.
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Bajé las escaleras, el baile aún no empezaba y debíamos reunirnos con nuestras parejas.
