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La mañana del día siguiente Ramiro y Calle se reunieron en la sala para saber qué se había descubierto a cerca de Olivia. Habían muchas personas en su busca, tanto las autoridades como otros agentes contratados por la castaña.

—— No ha salido del país.

—— Así que está en Bogotá —— Calle suspiró. Estaba más que claro que ésa mujer no tenía intenciones de huir hasta dañar a Poché. No pensaba irse sin que estuviera segura de que Poché estaba muerta ——. Estoy segura de que estará en el lugar donde menos nos imaginamos.

—— ¿Qué quiere decir?

—— Investiga a todas las personas cercanas a ella, su esposo y a Poché. Algo me dice que podemos encontrarla de ése modo antes de que cometa alguna otra locura.

Ramiro asintió y tras disculparse se marchó. Calle suspiró y se puso en pie con la intención de ir a su estudio, pero vio a Poché parada en medio de las escaleras.

—— Ya estás despierta.

Poché apretó los labios y asintió mientras terminaba de bajar los escalones.

—— ¿Crees que eso vaya a funcionar?

—— Espero que sí. Me urge atrapar a ésa mujer.

Poché miró a Calle al rededor de unos segundos. Quería hacerle una pregunta, pero no sabía si quería conocer la respuesta. Había conocido ése lado oscuro de ella. Ése lado que probablemente la castaña estaba tratando de alejar.

“¿Crees que realmente vaya a cambiar? Los psicópatas no cambian solo buscan una forma de atraer a su presa”

Aquella voz en su cabeza surgió de la nada sembrando un la pequeña duda en ella. Pero la alejó de inmediato. Por supuesto que Calle había cambiado. Era diferente y...la amaba.

—— ¿Q-qué pasará con Olivia en cuanto la encuentres?

Calle apoyó las manos sobre las mejillS de Poché y se inclinó para darle un beso corto en los labios. Tenía una idea de lo que haría con aquella mujer, pero estaba segura de que contarlo a Poché no era una buena idea. Después de todo, su amable corazón seguía albergando un sentimiento de hermandad había ésa mujer.

—— Estoy segura de que no quieres saberlo.

—— Ella fue mi hermana, Calle. En algún momento...tuvimos ésa relación.

A Calle no le sorprendió ésa respuesta. Tenía en claro que Poché era un amor de persona, y más aún desde el momento en que volvió a aceptarla a su vida.

—— Es justamente por eso que no puedo decírtelo. Y aunque insistas, no voy a perdonarla...debe pagar por lo que hizo.

Poché asintió con la cabeza. Era extraño que incluso después de lo que ésa había hecho hablara de una hermandad en la que probablemente era la única en la que parecía tener sentido.

—— Tienes razón, pero...por favor, sin importar lo mucho que quieras protegerme o lo resentida que estás, no te ensucies las manos. Eres muy importante para mí.

Calle le dió otro cálido y corto beso en los labios.

—— Tú también lo eres para mí y por ésa razón trataré de mantener la cordura.

Poché sonrió levemente antes de sentir nuevamente los labios de la castaña sobre los suyos. El beso de pronto empezaba a prolongarse y tomar más intensidad. Las manos de Calle empezaron a explorar su cuerpo deslizándose por su espalda.

—— Calle —— susurró Poché entre los labios de la alta ——. No hace mucho hicimos el amor.

—— ¿Qué puedo hacer? Me gustas mucho y cada vez que te veo solo quiero hacerte el amor —— dijo la alta levantando a la baja del suelo de forma tal que las piernas de Poché terminaron rodeando la cintura de Calle.

EN TU MIRADAWhere stories live. Discover now