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CAPÍTULO UNO

Varios meses después:

A pesar de haberse cambiado de look hacía varias semanas por sugerencia de su alocada amiga, aún le resultaba difícil acostumbrarse a ello. Muchos de sus pacientes no dejaban de expresar cuan hermosa se vía, aunque seguía dudando del corte de pelo y el tinte rubio que se había puesto. Bien podría haber mantenido su larga melena y teñirlo de un color levemente claro.

La ex pelinegra y ahora rubia entró a su oficina para ponerse al día con su trabajo, donde se quedó sorprendida ante la presencia de su madre. Hacía mucho que no hablaban. Ella se había negado a asistir a varias actividades que tuvieron lugar en su antigua familia. No encontraba una razón para estar con ellos cuando nunca había sido bienvenida y seguir formando parte de una gran mentira ya no era su hobby. Sus padres adoptivos solo amaban a una hija y creyó que dejarlos vivir así era lo mejor, ahora no entendía exactamente cuál era la razón por la que ésa estaba ahí.

- Buenos días.

- ¿Por qué está aquí? - la voz de la joven sonó bastante distante - ¿Sucede algo?

Poché colgó su bolso en lo que descolgaba su bata y se lo ponía.

- Veo que realmente has decido sacarnos de tu vida.

- Estoy segura de que ha sido una alivio para ustedes, ya que Olivia siempre fue la favorita.

La mujer no dijo nada más y Poché tampoco quería seguir tocando temas trataba de alejar. Había tratado de mantener una vida pacífica y se sentía bien de ésa forma, descartando todo aquello que la estancaba y la impedía progresar tranquilamente.

- ¿Por qué está aquí? - preguntó de nuevo aún más severa.

- Hacía mucho que no sé de ti y quería saber cómo estás. Supe que ya no vives en la mansión de Daniela Calle.

La ahora rubia supuso que su madre solo estaba ahí para asegurarse de que ya no tenía el apoyo de la poderosa Calle, de no ser así, no entendía que podía arrastrarla hasta su consultorio.

- Así es.

- Sabía que eso no duraría, pero nunca me habrías escuchado. Tan rápido como terminaron, Calle terminó su contrato con tu padre.

Que llamaran su padre a una persona que solo se acordaba de ella cuando necesitaba algo que le pudiera beneficiar hizo que se le devolviera el estómago.

- Lo siento, pero no creo que sea algo que me concierne.

La mujer asintió.

- Comprendo que ahora quieras romper lazos con nosotros pero no olvides todo lo que hicimos por tí.

Poché sintió que estaba alucinando al escuchar las palabras de aquella mujer. Prácticamente había devuelto con creces todo lo que había obtenido de ellos. Soportó las humillaciones que su adorada hija hizo en su contra. Soportó los malos tratos hacia ella. Fue la hija que solo utilizaban para los beneficios que deseaban obtener y cuando conocieron a Calle, también la utilizaron para fusionarse a ella. Entonces ¿qué se suponía que les debía exactamente?

- Lo lamento, pero desafortunadamente mi memoria no es tan buena por lo que no recuerdo haber recibido algo sin ofrecer algo a cambio.

- Vaya, te has vuelto más arrogante de lo que recuerdo.

Poché caminó hacia la puerta y la abrió sentía que ésa conversación sin sentido se estaba alargando y ocupando gran parte de su tiempo.

- Si no tiene ninguna dolencia o no se, siente mal, le pediré que no me visite, por favor, puede retirarse.

EN TU MIRADAWhere stories live. Discover now